Allá cuando no existía más que el Internet Explorer, la idea de instalar un navegador diferente al que venía por defecto resultaba hasta risible. En ese tiempo era demasiado frecuente desconfiar de cualquier software del que el sistema desconfiara, y esa «desconfianza» aparecía cada vez que pretendíamos instalar algo que no fuera de Micro$oft. Así que cuando probé Netscape y luego Firefox realmente sentí que estaba ejerciendo algún tipo de libertad. Es raro, todavía no sabía de qué se trataba el software libre, pero instalar algo que no venía en el sistema y desoír el cartelón que daba pésimos augurios me parecía un gran camino. Hoy por suerte sabemos que lo era.
El asunto es que Firefox, navegador al que mimamos mucho en este diario, ha decidido retrasar su lanzamiento más reciente para 64 bits y en este contexto aparece Ciberfox, un navegador basado en firefox y que ofrece versiones de 32 y 64 bits que están optimizados para procesadores Intel y AMD (tal vez esas dos corporaciones sean las razones de que existan turbulencias). Por lo general las diferencias entre navegadores suelen ser matices y no abismos, pero en este caso tal vez la brecha sea un poco más grande porque estamos hablando de un navegador que nos permite exprimir más a fondo los recursos que tenemos disponibles.
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Ciberfox está basado en Firefox 40.0.3 e incluye sus mismas correcciones de seguridad. Según mencionan quienes han podido dedicar tiempo a sacarle profundamente el jugo, el rendimiento de Ciberfox es excelente y está a la altura de Firefox, algo que no es tan habitual en emprendimientos como este.
Algo genial es que cuenta con versiones portables, por lo que podés probarlo sin necesidad de instalar nada. El mal dato es que no tiene versiones para sistemas operativos libres, pero de igual manera, cualquier cosa es preferible al software nativo de Window$.
Animate y ejercé la libertad.
¡Happy Hacking!