Hay un dicho plantea que con espiar la basura de la gente alcanza para saber cómo son. Por otro lado, los agentes de inteligencia llamados topos o ratas, tienen como función hurgar en la basura de la gente y analizar la información.
Ese mismo procedimiento es el que llevan adelante Google, la empresa Renew, el estado Ingles, el norteamericano y muchos otros, como el nuestro, con la versión local de Prism que lleva el nombre de Proyecto X pero el caso de hoy lleva el nombre de Renew, empresa que se dedica a la utilización de dispositivos WiFi instalados en tachos de basura para obtener información de los transeúntes.El gobierno Inglés, el mismo que está buscando prohibir ciertos contenidos en Internet -salvo expreso pedido de los demandantes del contenido-, el mismo que fusiló a Jean Charles de Menezes por ser latino -acusado luego del delito de «parecerse a un terrorista«-, el mismo gobierno que viene ocupando territorio argentino de forma ilegal desde 1833, no deja ningún espacio librado al azar y ha decidido utilizar tachos de basura para espiar a la gente.
Sí, ya sé que todo lo otro que digo entre los contenidos prohibidos y los tachos es más importante, pero hay que estar atentos y ser conscientes del uso de la tecnología para que nadie haga con nosotros algo que nosotros no sepamos y/o queramos.
Hay un conjunto de usos de la tecnología que hacen el Estado y las empresas, que no solemos notar y que tal vez no nos resulten físicamente dolorosos, pero lesionan de igual manera nuestros derechos.
Si estás pensando «qué me importa lo que pase a los ingleses», acordate que, si algo hemos importado los argentinos -mucho y con fruición- es legislación. Desde las primarias del Domingo pasado, hasta leyes educativas completas y basura nuclear, por nombrar un par de casos.
No se trata de una tomada de pelo, en ningún tacho está escondido el Agente 013. Se trata de una función real que está disponible en algunos tachos de basura de la capital inglesa, que fueron reutilizados con el objetivo de obtener la MAC Address y costumbres de navegación de todas las personas que se les acerquen con el WiFi del celular encendido. Una MAC es lo mismo que un IP pero de tu placa de red: un número que la identifica y que sólo tiene tu placa de red.
¿Con qué objetivo se dispondría de esta tecnología en un tacho de basura? Con el de vender la información recaudada a distintas empresas. Tal vez, tras pasar junto al tacho con el WiFi prendido y te empiece a llegar más spam.
Aquí tenés un buen ejemplo del uso de estas cookies, pero es muy simple: obtengo datos, los entrecruzo y hago proyecciones para determinar mi esquema de negocios. Según la propia empresa ya lleva apresados más de un millón de celulares, lindo el bichito, ¿no?
Al igual que el sistema AdSense de Google, el tacho te espía y te muestra publicidad acorde a tus costumbres de navegación.
La empresa ha dicho que el procedimiento es el mismo que se hace con los navegadores web -como si otro derecho vulnerado fuera argumento para seguir espiando- por lo que minimizó las protestas de miles de ingleses que clamaban por su derecho a la intimidad, y al de circular libremente. Lo peor de esto, es que el gobierno es intermediario (en tanto los tachos están en la calle), pero es una empresa la que realiza la explotación, se llama Renew y ésta es su página web, por si querés dejarle algunos comentarios.
La información sobre los usos de estos datos fue dada a conocer por el sitio QZ.com y las repercusiones, mundiales y unisonantes, motivaron un pedido de cese a la empresa de parte del gobierno londinense. El CEO de Renew también «contestó» , aunque, en realidad, se dedicó a escribir y no decir nada.
Sí, son muy pocos los que tienen celular con WiFi en nuestro país, pero no importa, la persecución es algo que afecta al mundo y que si no se repudia, se va tornando, por repetición, en algo «natural» y luego «aceptable». Cuando se vulnera un derecho humano, se considera que se caen los derechos de los demás, y en este caso estamos hablando de un estado que permite a una empresa espiar a la gente -y en consecuencia, el estado es cómplice de ese espionaje-, ése es el punto cuestionable, no si es importante o no la información que puedan obtener.
Vender la información de las personas, es también, vender a las personas.
Tal vez, existan disquisiciones jurídicas respecto de si se trata o no de una violación de derechos humanos, pero allí donde hay un estado que no interviene frente a la violación de los derechos -y garantiza las condiciones para que otros las violen- no puede decirse que el Estado no es parte fundamental para que se violen estos derechos.
Está bien, muchos van a decir «pero si es igual que las cámaras de seguridad, o menos», tal vez aunque la cámara no espía tus costumbres -hasta donde sabemos- sino tu persona física.
Más allá de que. en algún momento, las cámaras instaladas sirvan para algo más que reprimir pobres, son también una invasión a la vida de las personas.
Aquí la discusión es si en realidad la intimidad es un derecho de menor jerarquía que la seguridad, me imagino -y viviendo en un país tan liberal como el nuestro- que no lo es, o si es preferible relegar algo de intimidad para poder apresar a quienes cometan delitos (insisto: sabemos que el sistema, por lo general, mete presos a pobres por su condición de tales, y no por que alguno haya cometido un delito).
Esperemos que nadie se inspire en medidas tan repudiables como las que dan sustento «teórico» al gobierno inglés (y que nadie las profundice).
¡Happy Hacking!