La tecnología de la supersoja nos pone ante un nuevo embate que prioriza las grandes ganancias a la vida de las ciudadanas.
En Argentina este año se cultivarán 20 millones de hectáreas de soja transgénica. Esto significa que se rociarán cerca de 25 millones de litros de 2-4D, 6 millones de litros de Atrazina y otros 6 millones de litros de endosulfán, para preparar la tierra y eliminar las malezas y plagas previas al cultivo.
Después de sembrar se rociarán sobre la soja 200 millones de litros de glifosato; que en su forma más común (el Roundup) contiene aparte de glifosato, poea (polioxietilamina) cuya toxicidad aguda es de 3 a 5 veces más tóxica que el glifosato.
Este uso intensivo del glifosato tuvo a esta altura la reacción natural de la naturaleza; surgiendo una serie de malezas resistentes al producto, algunas son: la Violetilla (Hybanthus parviflorus); la Yerba Fresca (Parietaria Debilis); Violeta Silvestre (Viola arbensis); Petunia (Petunia axillaris); Verbena (Verbena litoralis); la Flor de Santa Lucía (Commelina Erecta); la Correhuela (Convunvulus arvensis); el bejuco (Ipomoea purpurea); Irisine (Irisine difusa); el sorgo de alepo (Sorghum halepense) y eso sin contar la temible planta de los incas, el amaranto (Amarantus), que son de muy difícil control y la peor pesadilla de los lobbys sojeras.
Inclusive he llegado a pensar que algún día las campesinas rociarán sobre los campos Amarantus para que sea la propia naturaleza quien se encargue de terminar este largo conflicto entre el lucro de unas pocas y el desarraigo, la misera y la pobreza de unos muchas.
Pero este año las semilleras han sacado sus semillas «supersoja» resistentes hasta al fin del mundo, diría un cura campero amigo.
La SOJA GM DAS-444Ø6-6 presentada por la empresa Dow AgroSciences Argentina S.A. que confiere tolerancia a los herbicidas 2,4-D, glufosinato de amonio y glifosato; es la gran preocupación hoy pero empresas como las distintas subsidiarias de Monsanto también han anunciado sus «supersojas» resistentes a todos los herbicidas, orugas y hasta sequía.
Un estudio realizado en Marcos Juarez; Pcia de Córdoba, por el Dr. Daniel Lerda del Hospital Regional Dr. Abel Ayerza demuestra los problemas genéticos de este tipo de herbicidas sobre los varones expuestos a él. Sobre una muestra de 32 fumigadores expuestos al glifosato «la investigación puso en evidencia que los espermatozoides registraban importantes niveles de astenospermia, necrospermia y teratospermia, y con el tiempo se mantuvieron los espermatozoides anormales. Trabajos similares de otros investigadores evidenciaron también alteraciones en semen, hígado y a nivel del sistema nervioso central».
Este estudio esta en este link pueden bajarlo por un pequeño arancel o conformarse con mi versión de los hechos.
Sobre su autor Dr. Daniel Lerda pueden investigar aquí y una entrevista realizada en diciembre del 2013.
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Más recientemente en la Universidad Nacional de Rosario el bioquímico Arístides Pochettino; quien inició la investigación financiada por el CONICET y la Agencia de Promoción Científica, bajo la dirección de la doctora Ana María Evangelista de Duffard y su esposo, en el Laboratorio de Toxicología Experimental (Latoex) de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad de Rosario. Han realizado un estudio; basándose en el que realizara Lerda estudiando la susceptibilidad del sistema hormonal, pudiendo llegar a conclusiones como que «Todos los animales estudiados presentaban indicios de estrés oxidativo y esto se vincula directamente con el deterioro de los órganos. “En la etapa inicial de desarrollo de las ratas el problema no se manifiesta en gran medida, pero sí aparece con intensidad cuando se activa la etapa hormonal (pubertad), produciendo cambios que se manifiestan en un desequilibrio en el balance de los agentes oxidantes y el mecanismo antioxidante que llevaría a una perturbación en la respuesta hormonal. Es prematuro afirmar que estas alteraciones podrían estar asociadas a enfermedades en el sistema endócrino en la población. Para analizar esto habría que llevar a cabo otros estudios”, aclara Pochettino.
Pueden ver este estudio aquí.
Ya no estamos hablando simplemente como marcara una lectora de este sitio de «estudios fantasmas», realizados por militantes del «terrorismo» ecológico; aquí estamos hablando puntualmente de una política de agricultura que tiene como único fin el lucro.
No se está sembrando alimentos, se está buscando la obtención de grandes rindes y[pullquote] para lograr esa obtención de grandes rindes, no importa envenenar poblaciones enteras[/pullquote], poner en riesgo las generaciones futuras de los pueblos fumigados, arriesgar a convivir con el cáncer y otras enfermedades peores a las poblaciones rurales y ciudades del interior.
No sólo estamos hablando de 2-4D; también hablamos de la solución de Monsanto: el dicamba; que es 4 o 5 veces más tóxico que el glifosato.
Esta oleada de nuevos agrotóxicos aumentará los ya devastadores impactos producidos en la salud de las poblaciones rurales (30% de los casos de cáncer producidos por agroquímicos; deformaciones de fetos y enfermedades de las vías respiratorias y de la piel); animales domésticos, cultivos alimentarios orgánicos y contaminación de suelos y vertientes acuíferas entre muchos otros.
Contrariamente a lo que se cree esto ha sido denunciado y perfectamente documentado; lo que ha llevado en varias oportunidades a la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas a tomar los casos de oficio y en estos últimos meses a presentar un pedido a la Corte Suprema para la suspensión del uso de glifosato.
Sin embargo; estudios recientes de la Universidad de Kansas llegan a la conclusión de que la soja RR produce entre un 6% y un 10% menos que la soja tradicional (semilla criolla). Esto también se puede apreciar con respecto a otros cultivos como el maíz y el algodón.
Otro de los efectos secundarios es la aparición de insectos resistentes al glifosato y agroquímicos; dentro de los cuales no podemos contar a especies benéficas como la abeja, que hoy registra una gran mortandad en los pueblos fumigados y contaminación en sus colmenas.
Este modelo agrícola; como las muchas malas prácticas que hemos denunciado en Tribuna Hacker, requiere de complicidades de los gobiernos y de impunidades de todo tipo. [pullquote position=»right»]Una de las prácticas más comunes es el desalojo de las comunidades campesinas e indianas de sus territorios y si se resisten son perseguidas, asesinadas y criminalizadas[/pullquote]; como han denunciado diversas organizaciones del Movimiento Nacional Campesino, el Grupo de Reflexión Rural o la Federación Nacional de Campesinos.
Ante esta realidad los gobiernos latinoamericanos han tenido una tibia resistencia y cuando han intentado resolver la situación limitando los impactos del negocio se han topado con el lobby formado por grandes terratenientes, empresas de agroquímicos y multimedios; que han convencido a la población de los beneficios de este modelo, de que las campesinas y los pueblos indianos viven en la miseria y que el modelo agroexportador es la solución cuando en realidad una producción campesina da trabajo a 500 familias en 100 Ha y el modelo agrícola basado en agroquímicos solo da trabajo a 2 peones rurales en la misma extensión.
Este montaje como los varios muchos que se realizan a diario y en estos días se ha denunciado en Venezuela. Pueden realizarse porque no hay un control real de la comunidad sobre la economía y la política. Eso sólo puede lograrse con un gobierno abierto basado en prácticas comunitarias, con una economía social fuertemente afianzada, una economía solidaria privilegiada, una red libre gestionada por las usuarias y la multiplicación de plataformas libres.
Es imperante que estas tecnologías asesinas no se practiquen (En EEUU el 2-4D esta prohibido); inclusive está prohibido en varias provincias por sus legislaciones pero no se lleva a cabo esta prohibición; es más, desfachatadamente se aconseja el uso de 2-4D en provincias como Córdoba o Chaco, en congresos con la asistencia de los Ministros y Agentes del Ministerio de Agricultura de esas provincias y la Nación.
Esto sería imposible si las plataformas autogestionadas estuviesen en funcionamiento; si el voto directo de la gente lograra cambiar las formas de actuar de los gobiernos.
Sólo un gobierno abierto puede dar por terminada esta problemática; limitando el acceso latifundista de la tierra y abriendo un proceso de acceso democrático a la misma, prohibiendo y desmantelando una industria de agroquímicos que se asemeja más a un ejército de ocupación que a un recurso de producción de alimentos.
Tal vez deberíamos recordar cuando leemos estos desaguisados las palabras de Kissinger «controla el petróleo y dominaras las naciones. Controla los alimentos y dominaras la humanidad» . Cualquier similitud con la realidad no crean que es casualidad…
Fuentes
http://online.sfsu.edu/rone/GEessays/GMfree5.htm
http://www.independent.co.uk/environment/green-living/exposed-the-great-gm-crops-myth-812179.html
http://www.amjbot.org/content/99/4/700.full
http://revistavirtual.redesma.org/vol9/pdf/lecturas/modelo_agropecuario_glifosato.pdf
http://www.ciap.usm.cl/archivos_publicaciones/plaguicidas-abejas-y-miel.pdf
http://cegae.unne.edu.ar/inta/3-12-agr.pdf
http://elmundo.com.sv/asamblea-prohibe-53-pesticidas-por-enfermedad-renal
http://www.prensa.chaco.gov.ar/?pag=noticia&nid=29125
http://www.semanarioprimerdia.com.ar/2012/05/en-un-encuentro-de-productores.html