Hoy te contamos sobre el rooteo de smartphones, una buena alternativa para ganar control sobre tu teléfono.
La mayoría de las usuarias de Android, se han topado con el término: root (que se pronuncia rut). Android es un sistema basado en GNU/Linux (es un buen ejemplo de cuánta razón tienen las que dicen que GNU/Linux es «difícil») que cuenta con una usuaria con permisos administrativos completos. El potencial de esta usuaria es tan grande, que no se suele utilizar como usuaria predeterminada pues se arriesga la seguridad del sistema. Como Android está basado en esta forma de administración, tiene también una usuaria root.
Cuando hablamos de rootear un teléfono, hablamos de modificar el sistema para poder realizar algunas tareas que sólo puede realizar esta usuaria.
¿Para qué sirve rootear el teléfono?
Los motivos son verdaderamente muchos. Para nosotras, el principal es la libertad, tenemos derecho a poder hacer con nuestros teléfonos lo que nos venga en gana y no lo que le venga en gana a la empresa que los vende, a la que los fabrica, a las desarrolladoras del sistema ni a nadie más. Pero existen otras funcionalidades y una advertencia: si das permisos de root a muchas aplicaciones, también te estás exponiendo, por lo que recomendamos meditar respecto de qué uso daremos al rooteo.
Entre las funciones que podemos ganar está una muy deseada: desbloquear funciones ocultas y poder instalar aplicaciones «incompatibles». Esto es simple: si tu teléfono tiene hardware que tu software no te permite utilizar, rootearlo va a darte permisos para poder hacerlo. En cuanto a las aplicaciones incompatibles: a muchas fabricantes, proveedoras de telefonía y datos, y otras empresas, les interesa que vos NO puedas hacer determinadas cosas, pues eso redundaría en que gastes menos o que ellas pierdan competitividad frente a otras empresas. Rootearlo también ayudará a que puedas hacerlo.
Otra de las funciones y posibilidades que tienen castradas los Androids no rooteados es la de aumentar la velocidad de tu teléfono y mejorar la vida útil de la batería, esto se debe a que las aplicaciones que permiten realizar ambas maniobras, requieren de permisos administrativos máximos para poder funcionar.
Pero hay más:
- Bloquear la publicidades de todas tus aplicaciones
- Realizar backups periódicos que sean utilizables en cualquier otro Android
- Remover las malditas aplicaciones pre-instaladas a las que el 90% de las personas no da ningún uso
- Personalizar el teclado, mejorar las funciones multitarea, instalar fácilmente otras ROMs (otras versiones de Android)
- Instalar tu propio kernel o uno personalizado por otra persona
Y lo más importante: ser la verdadera dueña de tu teléfono.
Si te interesa una o varias de las funciones de más arriba, que no son las únicas tampoco, entonces, empezá a buscar cómo rootear tu teléfono.
Una función que te va a gustar mucho, es la de poder bloquear cualquier publicidad en cualquier aplicación.
¡Happy Hacking!
