Hace mucho tiempo -si medimos el tiempo en lanzamientos de apps y teléfonos, etc- me hice una cuenta en Twitter con el objetivo de compartir ciertos pensamientos a los que no encontraba lugar. Al poco tiempo en la cuenta había más gente que me conocía que gente que no lo hacía, y ya no servía, porque algo que me parecía clave era que nadie me conociera, para poder expresarme sin filtros. De haber existido en ese momento, no habría sacado una cuenta en Twitter sino en Medium, que es la red de la que hoy hablamos.
Es interesante cómo las redes se van caracterizando por distintas cosas. La mayoría lo hacen primero por ser cerradas (no podés participar ni interactuar sin una cuenta en la red ni prostituir tu intimidad) y antisociales (frivolizan las relaciones interpersonales, banalizan los lazos entre las personas), y luego por aquello que se comparte. En Twitter tenés hasta 140 caracteres para expresarte, algo que nadie usa y escribe dos o tres twitts por cada tema, porque a fin de cuentas nadie puede expresarse siempre con tan pocas palabras. En Facebook no queda muy claro qué se comparte, pero podríamos decir que hoy es una plataforma de fotos y vídeos. En Instagram se comparten imágenes. Toda red tiene un «algo» que la caracteriza. En Medium se comparten textos y lo que importa es la palabra.
Se trata de una red de blogging, pero pensada como red social al estilo de actual de estas redes -no se parece prácticamente en nada a otras pseudoredes como Blogger- lo que la hace mucho más interesante. La red nació allá por 2012, de la mano de quienes crearon Twitter. En aquel momento hacían hincapié en que la búsqueda estaba orientada a captar calidad extrema en los contenidos que se compartieran, que al mismo tiempo podrían divulgarse a través de las redes antisociales más utilizadas.
Los contenidos están ordenados en categorías llamadas «colecciones», el diseño es bastante anglosajón pero agradable (sin las estridencias y ángulos a los que nos tienen acostumbradas las yankis a la hora de armar proyectos «grandes»). Una de las características más interesantes de Medium es que los contenidos no se comparten sólo entre amigas y seguidoras, sino con el público en general.
«Fue diseñado para compartir pequeñas historias que harán tu día mejor y manifiestos que podrían cambiar el mundo. Es utilizado desde profesionales periodísticas hasta cocineras amateurs. Es simple, hermoso, colaborativo y ayudará a que encuentres la mejor audiencia para lo que sea que tengas que decir» dice Evan Williams, una de las creadoras.
Volviendo al diseño, no es azaroso que sea simple y apacible. Medium es un lugar donde es muy fácil leer: lo importante son sólo las palabras, no hay barras laterales que nos molesten a la hora de leer o escribir, no hay publicidades molestas, ni plugins, ni widgets, ni nada de eso que puede incomodarte a la hora de expresar.
Dentro de la red podés encontrarte un poco de todo y algo bastante curioso es que te podé topar con contenidos que vienen desde Blogger, Twitter o Tumblr.
En fin, volate la peluca y disfrutá de un espacio que está pensado para que te expreses y en el que además podés bucear siempre entre tinta fresca.
¡Happy Hacking!
