Hace dos semanas escribía una nota (N. de la E: la autora se refiere a nota titulada ‘Dale una pistola y atacará un banco, pero dale un banco y atacará el mundo’) donde planteaba que las democracias y en especial la Argentina han sido hackeadas por un grupo minúsculo de poderosas, no más del 1% de la población mundial. Ellas poseen las empresas de alimentación, los laboratorios, los medios de comunicación, inclusive las empresas de tecnología que hemos glorificado por usar software y hardware libre o abierto (que no es lo mismo, como ya hemos aclarado muchas veces). Ese 1% que consume y acumula el 80% de los recursos mundiales y maneja el 90% de las empresas que nos proveen el 95% de los productos que consumimos.
¿Cómo detener a una empresa como Nestlé que procesa desde papilla hasta agua mineral y promulga la privatización de toda el agua potable, y no hace mucho su CEO llegaba a la bárbara propuesta de que quien no pueda pagarla no la beba, lo que es igual a condenar a un tercio de la población a la sed y la muerte por deshidratación o la ingesta de agua no potable (contaminada o servida)
Como detener a un gigante como Bayer AG que posee gran parte de la producción farmaceútica y química del mundo y fundamentalmente posee las patentes de medicamentos básicos como la aspirineta, o semillas OGM, también pastillas anticonceptivas, contra el cáncer y la arterioesclerosis. Bayer desciende de la empresa IG Farben implicada en crímenes de lesa humanidad, estuvo directamente implicada en la conocida intoxicación llamada “Sindrome del aceite tóxico”, la muerte de las colonias de abejas por acción de sus pesticidas, la financiación (junto a otras) de la Guerra del Coltán en Congo, la muerte de 24 niñas peruanas por un sustituto de leche en polvo contaminada, la contaminación del cultivo de arroz mundial por su semilla OGM, ha omitido compartir los resultados de varios estudios sobre los efectos secundarios de sus medicamentos que resultaron en posteriores muertes por trombosis, agravamiento de lesiones coronarias, hipertensión, diabetes y muerte. Hoy Bayer es la dueña de Monsanto controlando el 70% del agronegocio.
Estas son solo dos empresas pertenecientes a ese 1% que ostenta el control mundial y que también extiende sus tentáculos en nuestra región y nuestra matria.
Acá podemos nombrar a Paolo Rocca la primer fortuna argentina, descendiente de Agostino Rocca, adherente al fascismo en los prematuros años 20 (1920), asesora de siderurgia de Benito Mussolini, proveedora de Hitler, Techint siempre se vinculó con las fuerzas represivas, sospechosas relaciones con el Proceso Desaparecedor en su Planta de Campana lindera a un Campo de concentración de la represión, con Menem consiguen hacerse con la privatización de SOMISA a precio vil, sus oficinas residen en cuanto paraíso fiscal que pueda imaginarse desde las islas Caimán, hasta las Vírgenes.
Paolo Rocca es una sujeta interesante para las hackers ya que este movimiento, como muchos otros, ha entendido que las humanas, trabajando horizontalmente y como pares dentro de una intranet ágil y amigable, puede ser la respuesta a la mayoría de los problemas a un costo ínfimo. Se trata de muchas cabezas del palo pensando un problema y sus diversas soluciones hasta encontrar la mejor; o sea la forma en que trabajamos las programadoras, tester y dev del software libre desde hace algo más de tres décadas.
Techint tiene el 33% del mercado mundial de la provisión de caños, siempre ganaron manteniendo grandes aportes en subsidios, tal como sucede ahora que recibió el beneficio de la ATP que deberían recibir las PYMES y no una multinacional, con grandes evasiones a paraísos fiscales y un plan sistemático de despidos.
Ese 1% gobierna desde las sombras, manejando gobiernos y nuestra vida, ya que también deciden el perfil financiero del mundo, poniendo topes a los ingresos reales de las personas y limitando el acceso a los servicios básicos de un tercio de la humanidad.
Según el Banco Mundial y el último informe de la Oxfam si los gobiernos redujeran un miserable 1% la desigualdad en favor de los más vulnerables sacándoselos a estas grandes fortunas para el año 2030, habrían 100 millones menos de pobres .
En Argentina hay 4 Billonarias en el ranking Forbes: Alejandro Bulgheroni (puesto 764 con 2,7 billones de dólares); Alberto Roemmers (puesto 875 con 2,4 billones de dólares), Marcos Galperín (puesto 1063 con 2 billones de dólares), Gregorio Perez Compac (puesto 1267 con 1,7 billones de dólares. Dos de ellas manejan la energía petrolera y gasífera, una la tecnología y otra la farmacéutica. La fortuna de Paolo Rocca está valuada en 3,3 billones de dólares.
Si entre todas las grandes fortunas se recolectaran sólo 2500 millones de dólares podrían hacerse todos los años tres clínicas de alta complejidad, o también podrían hacerse 6 escuelas completas, podrían urbanizar todas las villas de Capital Federal, lo que hubiese evitado por ejemplo el contagio masivo de la Villa 31 y la muerte de Ramona Medina, y todas las otras que vendrán, o podría también dar agua potable a toda la región salteña y evitar que se continue con la mortandad Wichi (400.000 dolares o 28 millones de pesos es el costo total del plan de gobierno), y dar la infraestructura necesaria, hospital de complejidad intermedia, escuela de oficios, y creación de zonas para producción de alimentos y solo hablamos de una infima parte de estas grandes fortunas.
Hace poco leía a la Viuda de Jobs decir que nadie debería acumular tanto dinero, en referencia a la fortuna que heredó, de unos 16400 millones de dólares; entonces no entiendo por qué, si ve el problema, no acciona dando el ejemplo.
La realidad es que si no actuamos todas, obligando a nuestros gobiernos a disminuir la brecha entre las más ricas y las más pobres a no más de diez sueldos, la pobreza seguirá matando a nuestras hermanas más vulnerables y destruyendo nuestros reservorios de bienes comunes.
El 1% de la población mundial son 77 millones de personas y solo hay 2208 multimillonarias de los que solo 256 son mujeres. Lo que nos lleva a que solo una ínfima parte de ese 1% acumula el 85% de los recursos mundiales, El resto solo consume el derrame de esas fortunas por gerenciarlas.
Después tenemos 50 millones de millonarias (personas con más de 1 millón de dolares), aún estamos lejos de completar el 1%.
Las millonarias de la lista de Forbes suman entre todas 9,1 billones de dolares, si repartiéramos esa fortuna entre todas las habitantes del planeta, la totalidad de las terrícolas seríamos casi millonarias, por supuesto no habría hambre, ni muertes por enfermedades evitables. Pero tantos siglos de aceptación de la meritocracia nos han hackeado el cerebro y aceptamos que el mundo y sus recursos sean repartidos 82% para el 1% y 18% para el 99% restante.
