Facundo Burgos tenía 12 años. En jueves por la noche había ido en moto con un amigo de 14 años a ver las picadas que suelen correrse en la ciudad de Tucumán. A la vuelta, cerca de las dos de madrugada, se cruzaron con un patrullero que perseguía a dos motos. Ellos intentaron frenar y cubrirse. No lograron hacerlo: las balas también fueron contra ellos.
Dicen que dispararon más de veinte veces. El chico de 14 años sintió que una bala le rozaba al cabeza. Después, Facundo cayó de la moto. Una de las balas le había dado por la espalda. La bala le salió por la frente e hirió a su amigo. Facundo murió enseguida. Tenía doce años.
Los dos policías que hicieron los disparos fueron detenidos pero enseguida quedaron en libertad. La Policía provincial intenta instalar la versión de que se trató de un enfrentamiento. La versión policial sostiene que el adolescente de 14 que manejaba la moto ya había estado detenido. Y asegura que el niño de 12 años que murió asesinado por la espalda en realidad se había enfrentado con ellos.
Doctrina Chocobar
Hace unas semanas le preguntamos a varias expertas qué significaba que el presidente haya recibido al policía Luis Chocobar, luego de que asesinara por la espalda a un joven que había robado. Chocobar fue tratado como una heroína a pesar de que en un video probaba lo contrario. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich lo había explicado así: “Siguió todos los protocolos de la nueva doctrina que hemos elaborado”. La ministra incluyó en esa nueva doctrina el fusilamiento por la espalda del mapuche Rafael Nahuel.
“Es la doctrina de la muerte”, explicó a Cosecha Roja Rodrigo Pomares, director de Seguridad Democrática de la Comisión Provincial de la Memoria. “Se está construyendo un Estado que avala la muerte aún en casos como éstos, donde es evidente que la intervención fue desacertada”, agregó.
La foto del Presidente junto a Chocobar y las declaraciones de respaldo de Bullrich fueron también mensaje para las fuerzas de seguridad. Como dijo la ministra tras el asesinato de Rafael Nahuel: la versión de las agentes es la verdad y no necesitan pruebas.
“El discurso del Presidente y de la ministra de Seguridad posibilitan que estos casos aumenten. Es gravísimo. Las fuerzas de seguridad reciben rápidamente los mensajes políticos. No son inocuos, generan intervenciones concretas”, explicó Pomares.
Facundo Burgos tenía doce años. Su foto tendido en el pavimento sobre un charco de sangre está dando la vuelta al mundo. ¿Cuantos mensajes traerá esa imagen?