El caso de las «filtraciones» de las fotos de famosas desnudas me llama bastante la atención. Las aristas son varias, al menos para empezar: intimidad, dinero, corporaciones internacionales, y FBI. Lindo combo, ¿no?
El asunto es así: alguien publicó fotos de varias famosas desnudas en el foro 4chan, hermoso foro que está entre la web de superficie y la Deep Web, dependiendo de en qué parte navegues. Tiene una parte sumergida, no porque allí se comparta pedofilia ni se vendan órganos y drogas, sino porque allí se comparten cosas, el al poder, no le gusta que la gente comparta, y mucho menos, si no sabe qué comparte.
El asunto es que a partir de que aparecen estas fotos, mucha gente las comparte. Por un lado está Twitter cerrando cuentas de quienes comparten las fotos filtradas, por otro el gobierno estadounidense metiendo la cola, y Apple que se lava las manos diciendo que no tienen brechas de seguridad. Lo curioso, es que nadie demanda ni cierra las cuentas de los medios que publican estas fotos, que no solo lo hacen sin autorización, sino que además violan la intimidad de las damnificadas de una forma aun peor que en 4chan, pues pasan de tener 300/400mil visitas diarias a tener varios millones y viralizarse.
Pero tal parece que las empresas periodísticas pueden violar los derechos de las personas, sistemáticamente, sin recibir ningún tipo de represalia por ello. Bueno, la historia de siempre.
El asunto es que no vemos el conjunto ni la profundidad de la invasión «tecnológica» en nuestras vidas, simplemente porque todo está hecho para que esto sea así. Me tratarán de conspiranoica, lejos estoy de serlo, pero es demasiada coincidencia que no se ponga en tela de juicio a todas las redes centralizadoras de contenidos, se habla del FBI, pero NO de que el verdadero riesgo está en la nube y la centralización. Venimos diciéndolo desde hace mucho: la centralización es la que produce que seamos más controlables, que nos expongamos a vulneraciones masivas, a grandes caídas, y es un capricho de quienes quieren que tengamos todo juntito para poder mirarnos mejor.
El caso de China es paradigmático: producto de la censura y el control totalitario que ejerce su gobierno (que de comunista tiene el nombre, igual que el partido comunista argentino) tienen un equivalente a la sumatoria de las redes sociales y servicios más utilizadas, eso en un «todo en uno». Tal vez te plantees que es «genial» tener todo junto. Bueno, aquí decimos que no. Porque esas redes que a vos te sirven para compartir, para ser feliz, fueron creadas para extraerte información con el objetivo de venderte cosas, o de controlarte. Y ése es el objetivo de todas estas cuestiones: controlarnos, mientras somos felices. Es el paradigma del control: somos más controlables si somos felices y no nos sentimos controladas.
Un hosting, que es exactamente lo mismo que una cuenta de almacenamiento en la nube, cobra desde unos $500 (pesos argentinos) en adelante por 1gb de almacenamiento. ¿Por qué una megacorporación te da gratis hasta 20 veces ese espacio?
Tenemos que comenzar a preguntarnos qué hay detrás de todo esto, evaluar los riesgos y luego decidir, pero fundamentalmente tenemos que comenzar a dudar de la «tecnología» prístina y pura que nos ofrecen las corporaciones, sabiendo que detrás de ella, hay una poderosa que busca algún provecho en que la usemos, y tiene el objetivo de volvernos adictas. Y una vez que nos cuestionemos sus objetivos, es un buen momento para comenzar a formarnos para que esté a nuestro servicio, y no al revés.
¡Happy Hacking!