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Experiencias hacker para una educación liberadora

A poca distancia del centro de Ciudad Quetzal, un centro educativo se define a sí mismo como un Esfuerzo Popular. Y es que la historia del Instituto Privado en Educación Básica Ciudad Quetzal, impulsado por la Asociación Estudios y Proyectos de Esfuerzo Popular (EPRODEP) tiene poco más de 20 años de trabajo educativo a nivel comunitario.

Sin ahondar en el contexto inmediato del Instituto, sólo indicaré en breves líneas que Ciudad Quetzal tiene un renombre construído en base a la violencia sufrida, sentida y permitida. Violencia que no sólo es de armas, sino de desidia gubernamental y de despojo estructural. Ciudad Quetzal territorializa el hiato que proponíamos para pensar la construcción del Estado en Guatemala y que también fuera descrito como el hilo rojo que atraviesa la historia reciente del país

En 1992 un grupo de mujeres en Ciudad Quetzal se reunió para organizar un espacio seguro de enseñanza y aprendizaje para sus familias; un lugar diferenciado de lo público pero no por su carácter privado, sino por su voluntad y vocación comunitaria. Nace así EPRODEP. La historia de sus ires y venires es larga e interesante y es imposible resumir en estas líneas, no obstante por lo que he conversado y leído, es evidente que es un esfuerzo centrado en el fortalecimiento del vinculo comunitario y de la capacidad crítica de todas y todos las que atraviesan sus aulas.

No es novedad por lo tanto encontrar expresiones de aquella crítica en diversos ámbitos. Uno de ellos es el uso del software libre para implementar su laboratorio de computación.

ANTICAPITALISMO COGNITIVO

Caminamos por el Instituto con Nestor Concohá, quien es la directora, y va narrando cómo funcionan las clases, sus dinámicas, la relación con las estudiantes; llegamos al final de un pasillo, a las puerta de una sala con unos 30 computadores me dice: “todos estos funcionan con software libre, desde hace unos 9 años”.

Mientras conversamos con Nestor, volvemos a la noción de capitalismo cognitivo para referirnos a cómo el software privativo mercantiliza el conocimiento a la vez que opera en espacios de creación del mismo para aplicar patentes y restricciones. Es evidente en este universo de ideas, que lo privativo y lo educativo dificilmente pueden ir de la mano.

Y esta fue la razón de fondo para implementar un laboratorio de computación con Linux Mint.

SOFTWARE LIBRE EN EL INSTITUTO: NO ES UN DOLOR DE CABEZA

Según lo recuerda Néstor, no siempre en EPRODEP se usó software libre, sino que fue un cambio surgido de la necesidad de tener en funcionamiento el laboratorio y al hecho de que los docentes a cargo de la sala se animaron a llevar a cabo la migración.

Así lo cuenta la actual facilitadora a cargo del laboratorio, Henry Castellanos, quien dice que a las complicaciones del lugar, el desarrollo de destrezas, se sumaban limitaciones técnicas:

En este caso, la idea de explorar e implementar GNU/Linux como plataforma para el trabajo educativo, vino por la necesidad de superar los problemas asociados a Windows: actualizaciones no solicitadas, obsolescencia programada y sobre todo la persistencia de virus en computadoras y USB que hacían recurrente tener que dedicar mucho tiempo a soluciones técnicas y no a procesos educativos.

De esta dificultad surge una necesidad, acompañada con curiosidad y un apoyo institucional para posibilitar el cambio del laboratorio. Henry cuenta que con otro docente investigaron, plantearon la opción y fueron implementando poco a poco el uso del nuevo sistema operativo.

Los beneficios se han hecho notar: son casi 3 años desde la última actualización masiva o con problemas técnicos, de 4 a 5 computadoras en funcionamiento se logró que las 27 disponibles estén en condiciones para el trabajo de aula, para las tareas de investigación y producción de contenido han podidido utilizar herramientas abiertas y no privativas, como Kdenlive para editar videos y Libre Office para textos, gráficos y presentación.

Tal como cuenta Henry, las estudiantes se adaptan sin problemas al entorno digital y se logra producir contenido educativo; al mismo tiempo se dan resultados no esperados, y es que estudiantes que ya no están vinculadas al Instituto siguen utilizando este tipo de software y continúan preguntando y experimentando.

Poner en práctica la libertad de compartir, en un ambiente digital seguro libre de virus y sin tener que recurrir a subterfugios para el duplicado de herramientas -nos dice Henry- son los mayores beneficios de un entorno de enseñanza y aprendizaje no privativo.

¡SOFTWARE LIBRE YA!

En un breve articulo, Richard Stallman, una de las pioneras en el desarrollo de los sistemas operativos libres, se pregunta ¿por qué las escuelas deben usar exclusivamente el software libre? y lo que nos explica en su texto es casi literalmente lo mismo que nos plantean los docentes en el Instituto. Concluimos citando algunas de las razones que expone e invitamos a conocer esta experiencia y muchas otras más:

  • El software libre supone un ahorro económico para las escuelas, pero este es un beneficio secundario. El ahorro es posible porque el software libre le da a las escuelas, igual que a cualquier otra usuaria, la libertad de copiar y redistribuir el software.
  • Enseñar el uso de un programa que no es libre equivale a inculcar la dependencia, lo cual se opone a la misión social de las escuelas. Las escuelas no deben hacerlo, nunca.
  • El software libre permite a las alumnas aprender cómo funciona el software. Algunas alumnas son programadoras natas, de adolescentes anhelan aprender absolutamente todo sobre los ordenadores y el software. Manifiestan una intensa curiosidad por leer el código fuente de los programas que usan a diario.
  • El software privativo repudia esta sed de conocimiento y sostiene: «El conocimiento que buscas es secreto, ¡aprender está prohibido!».  El software privativo es enemigo de la educación, de manera que no se lo debe aceptar en una escuela, excepto para someterlo a la ingeniería inversa.

Vía Kaos en la Red

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