Desde hace varios años una colectiva variopinta y mutante de artistas, hacedoras y gestoras culturales viene realizando algo totalmente extraño: se reúne, trabaja en conjunto para generar beneficios mutuos (que no son sólo económicos) y para colmo lo hacen con una bandera tan bizarra como la de la independencia, la reciprocidad y la creación conjunta de nuevas formas de organización social desde la autogestión.
Este compendio de locas atiborrado -entre otros- de poetas, escritoras, editoras, revistas, performistas, actrices, militantes por la diversidad y el género ha permanecido incólume en estos años. No me refiero con esto a la composición de la Feria del LibrE, sino a sus objetivos. Sucede que la LibrE se crea con el objetivo de dar respuestas a la complejidad del hacer cultural en la provincia de Mendoza. Y si las razones por las que la gente se reúne no cambian, entonces los espacios que se crean con esos objetivos tampoco lo hacen.
Profundizando lo hecho por los gobiernos mendocinos, muy tradicionales todos en ignorar el espacio,[pullquote position=»right»] la gestión de Paco Perez se ha dedicado no sólo a ignorar sino también a castigar y sabotear a la LibrE y el hacer de toda militante que no sea cercana a la gestión[/pullquote]. Incluso ha llegado a fomentar la creación de grupos «paralelos» con el mote de «independientes» que entre sus primeras acciones se dedican no a la discusión de políticas públicas, producción/gestión cultural (o del tipo que fuere) sino a cuestionar a la colectiva mendocina. Aunque -siendo justas- la gestión de Paco Perez no ha ignorado a la LibrE el 100% del tiempo: en algunos momentos ha hecho hincapié en su existencia para tratarla de sectaria, segregacionista, contradictoria y hasta corrupta, algo que la LibrE no ha desmentido. Será que no necesita hacerlo y que el movimiento se demuestra andando.
Lo cierto es que una de las características principales del hacer cultural autogestivo es la de crear formas de economía justas, la de combatir la especulación y la usura, algo que arroja como resultado un catálogo no sólo rebosante de propuestas sino además muy accesible. Esto claro, acompañado también de la búsqueda de concientizar respecto de que el hacer cultural -del tipo que fuere- es tan trabajo como cualquier otro y requiere de ser remunerado para poder existir. Porque es trabajo y como tal tiene valor. Porque es vida y como tal tiene costo. Porque es producto y como tal tiene precios.
Siempre es conveniente marcar que el dinero que no ponés vos, lo pone alguien, puede ser la escritora, la editora, el goberno, pero alguien lo pone. Desde la LibrE se hace especial hincapé en la necesidad por la que atraviesa la provincia de crear y fomentar nuevas formas de participación, creación y acción cultural. No se trata sólo de crear nuevos espacios para producciones que no cuentan con uno, se trata de hacer viable la producción cultural en Mendoza. Con producir cultura no alcanza, también es necesario hacerla viable, para desterrar de una buena vez uno de los mayores insultos de la organización en pos de la usura: «se hace cultura por amor al arte».
Este Domingo, desde las 10 y hasta las 18 acercate a La Casa Cultural (Cervantes 2116, de Godoy Cruz, frente a la cervecería) y zambullite en la producción cultural. Es toda una experiencia encontrar arte en calidad de arte y no de artefacto ni producto. Así como existe en la producción orgánica el concepto de tomate con sabor a tomate, arrimate a la LibrE este sábado y encontrá literatura que ES literatura, escrita por escritoras que están vivas, con las que podés hablar, editada por editoriales que SON editoriales -y no meras imprentas, revistas escritas para ser leídas, y un interesantísimo y suculento combo de literatura, libros, lecturas, revistas, música, teatro, performances que estará acompañada también de una feria de producciones autogestionadas, vino, comidas, artesanías y más.
La entrada es LibrE y Gratuita.
Luego nos vamos a ver a la selección.
Para cambiar las cosas, alcanza con empezar. Empezá este Domingo en la LibrE.
¡Happy Hacking!
