Esta es la mejor técnica para no caer en estafas telefónicas

Jubilados

Hace pocos días sonó mi teléfono fijo y, como no podía ser de otra forma, ya que parece que tuviera ese teléfono sólo para esos fines, del otro lado una persona comenzó a ofrecerme algo. Se identificó como Máximo Antonio Flores y me dijo que llamaba desde ANSES para ofrecer un beneficio a mi abuela, titular del número telefónico, que para nuestra tristeza lleva ya algunos años muerta. Sí, se trataba de la estafa a las jubiladas que está tan en boga estos días. Me dediqué a tirarle la lengua a esta persona y por diversión, a complicarle cada vez más la tarea de obtener mi información para poder estafarme.

La parte divertida arrancó cuando le consulté a Máximo Antonio Flores, qué probanzas de su vinculación a ANSES podía proporcionar, tras lo que me contestó que su matrícula era 2341 (un curioso acrónimo de 1234), que podía llamar al 130 para verificar su identidad. Allí comencé a hacer afirmaciones, negaciones y preguntas, casi en simultáneo, para poner nerviosa a Máximo. Cositas, nada muy brillante, pero suficientes para exasperarla, como hacerla desarrollar toda su propuesta de estafa y luego obligarla a desarrollarlo todo de nuevo con alguna pregunta que demuestre que no entendí (como alegrarme de que me fueran a depositar a mí $3.000 por la gestión para mi abuela, cuando esa era la plata que me querían robar y que todo fuera gratis, lo que obligaba a que volviera a responderme).

Esta es la mejor técnica para evitar estafas telefónicas

Luego de unos 20 minutos de charla, Máximo ya estaba bastante cansada de mí y decidió presionarme, diciéndome que por qué no contaba con mi confianza, a lo que respondí «tenés razón, ustedes están trabajando en cuarentena, son las personas más valiosas de este momento y se lo agradezco», tras lo que corrí a buscar mi guitarra y cantarle una canción. Llevo años buscando desalentar a las telemarketers de llamarme, esto lo había hecho antes, pero esta vez lo curioso fue que Máximo esperó a que terminara de cantar y me preguntó: ¿usted confía en mí? Y como había dado mi mejor show, me confesé: no Máximo, no confío en vos. ‘Yo no puedo trabajar con alguien que no confía en mí, me estás ofendiendo y lastimando mucho‘, tras lo que le dije que sólo necesitaba cortar y llamar al 130, que con verificarlo me alcanzaba para concretar el beneficio. Y en ese momento me cortó.

El phreaking es, en mi opinión, la cuna de la ingeniería social. Se trata de utilizar los teléfonos en contra/a favor del sistema o a favor tuyo (ahí es cuando cambia el color de tu sombrero cuando sos hacker). Su historia se remonta al primer trienio del siglo XX y fue la fuente de inspiración de Kevin Mitnick para elaborar sus cuatro máximas de la ingeniería social:

Siguiendo esos cuatro pilares, podemos hacer prácticamente lo que queramos, pero conociéndolos podemos protegernos de caer en una de estas estafas y proteger a las demás. Debo confesar que me molestan mucho las llamadas y el telemarketing en general. Deciden llamarte en tus horarios libres, esa gente, utiliza tu momento de paz, de ocio, tu momento familiar o lo que fuera, para sacarte plata por cosas que no necesitás. ¿Qué sentido tiene pagar más barato algo que no necesitás?

El asunto es que la única forma de que alguien no tenga mucha información tuya es no responder, pero no hacerlo, es algo no tan sencillo, porque siempre se pueden obtener datos y esta gente tiene más años de estudio que una, por lo que con los años, por lo general, comencé a responder de una sola manera:

Hasta el momento es la mejor respuesta para cualquier consulta telefónica.

Es una técnica que recomiendo porque es divertida, pero siempre podemos recurrir a la mejor de las respuestas: colgar. Lo más probable es que luego de llamarnos sigan al número siguiente en su lista y hagan una marca en nuestro nombre para no hacernos futuras llamadas. No podría decir que de esa forma no nos llamarán más, pero sí es una buena alternativa para sacarnos de encima a esta gente.

Un dato importante: luego de la llamada de más arriba, llamé al 911 para denunciar la estafa, la persona que me atendió (luego de que el teléfono sonó un rato largo) me dijo que debía esperar a que terminara la cuarentena obligatoria, dirigirme a mi proveedora telefónica para solicitar la lista de números que me habían llamado en ese día y horario, y con esa información dirigirme a una oficina fiscal a hacer la denuncia.

Así que hasta tanto tenga oportunidad: No doy información por teléfono.

¡Happy Hacking!

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