En tiempos en que todo está tremendamente controlado, el hecho de que se pierda un avión y no pueda rastreárselo genera muchas dudas. Por un lado, los aviones están archi equipados con sistemas de rastreos y los protocolos de vuelo son considerados muy seguros, sobre todo luego del atentado a las torres gemelas en 2001.
No tengo idea de por qué no trascendió este dato, pero según algunas fuentes los motores Rolls Royce que utilizaba el avión que desapareció cuentan con un dispositivo de rastreo y seguimiento muy avanzado, pero para poder contar con esa información las aerolíneas deben pagar por el servicio, algo que no había hecho la Malaysia Airlines. Al parecer, Rolls Royce no quiso tampoco proveer esta información. Seguramente se trate de un rumor, pero fue uno muy fuerte durante la semana pasada.
Especulaciones fuera, además de resultar extraño que se pierda un avión, resulta extraño también que se concluya de que se estrelló y se mencione un determinado punto de trayectoria final, más si sólo se han encontrado indicios y no el avión en cuestión. [pullquote]Hoy te cuento cómo se reconstruyó la trayectoria final del vuelo.[/pullquote]
La reconstrucción del vuelo fue realizada con el satélite Inmarsat, que desde el espacio contribuyó fuertemente para dar con algunas pistas que fueron utilizadas para las conclusiones sobre el vuelo. No se trata de un sólo satélite, sino de un grupo de ellos que consiguen cubrir alrededor del 90% de la superficie terrestre.
En este vídeo vas a poder ver a Chris McLaughlin, vicepresidente de la compañía responsable de los Inmarsat explicando cómo pudieron seguir la trayectoria del MH370.
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Rastreando un avión a lo Hansel y Gretel
Para ser clara: aunque no se hayan encontrado los restos del avión, el hecho de reconstruir la trayectoria permite saber a dónde ha ido a parar. Para esta reconstrucción los Inmarsat tomaron una señal, muy débil, que emitía el avión en lapsos de una hora. Una función muy similar al comando ping: le damos ping a una determinada dirección IP y ésta nos contesta con el «pong» y nos brinda distintos datos sobre la conexión entre nosotras y el punto al que hacemos ping. Este «ping aeronáutico» se usa para cronometrar la duración de un vuelo, pero usar estos datos y hacerlos coincidir con un trayectoria es algo difícil, más teniendo en cuenta que el vuelo duró pocas horas horas, por lo que tenemos muy pocas señales para poder trazar una trayectoria.
Lo que hicieron fue modelizar la información y compararla con la de aviones similares al del vuelo caído.[pullquote position=»right»] La investigación entonces se basó en el análisis del efecto Doppler[/pullquote]. Se trata de un fenómeno físico por el que la frecuencia de una onda cambia debido al movimiento relativo de la fuente frente a su observador. Es lo que hace que cuando alguien pasa por delante tuyo tocando bocina, el sonido que emite el vehículo se escuche diferente. Los cambios en estos sonidos fueron los que sirvieron para determinar la trayectoria del MH370.
Este enfoque en la investigación permitió reducir el radio de búsqueda a aproximadamente un 3% del área en que se estaba investigando. Según trascendió, el último ping se produjo justo después de que el avión se quedara sin combustible y muestra claramente cómo el avión terminó estrellándose en el océano índico.
Una verdadera tragedia.