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Educación y pedagogía analógicas

Pensar que la solución es lo digital, es reducir todo el problema a la innovación técnica de una herramienta.

La pedagogía hacker, es un modo diferente de concebir la educación. Cuando la pedagogía tradicional plantea el paradigma educativo; lo plantea como la asimilación de los valores, mecanismos y el conocimiento básico para mantener el funcionamiento la sociedad. A esta educación acceden las analfabetas, para ser alfabetizadas. Pero lo más importante y es lo que no se dice; es que esa sociedad, necesita de esa educación para continuar funcionando.

La educación tradicional; más allá de los discursos docentes, es la primer garantizadora de las estructuras y formas de poder, vigilancia y control que mantiene a una clase predominante sobre el grueso de la sociedad. Fundamentalmente porque la educación tradicional y sus alternativas «progres» privadas, no permiten el desarrollo igualitario de las personas.

Es en los programas educativos donde el sistema impide la paridad de la sociedad.

Muchas veces al hablar sobre este tema en las escuelas a las que acerqué el proyecto Hackuelas, la acusación fue que quería hacer una sociedad donde todos sean iguales (en el sentido de sociedad de clones o sociedad serie (1)); esto es una incomprensión total de lo que es una sociedad de pares. Una sociedad de pares es una sociedad donde todas tuvieron las mismas oportunidades y han entendido el concepto que deben interrelacionarse, compartir su conocimiento para mejorar la sociedad, empezando por sus respectivas comunidades. La prioridad deja de ser el éxito individual y se transforma en la evolución social.
Sí pudiésemos llevar a las escuelas las prácticas hacklab (laboratorios hacker) o de los hackspace (Espacios hacker), desmitificando estos lugares de conocimiento y ubicándolos en lo que son espacios comunitarios, donde compartir conocimiento, proyectos e ideas.

Las clases dominantes (no uso este termino en el sentido marxista, sino en el keynesiano) necesitan instaurar un control total de la sociedad proveedora de mano de obra, para eternizar un totalitarismo político y económico. Para eso necesita personas educadas en un sistema egoísta, que mantiene las desigualdades, inclusive dentro de las alumnas de un mismo lugar y la misma aceptación de la superioridad del maestro. El maestro aún cuando se comporta «piola» actúa de manera gendarme. Un docente que aplica las formas educativas actuales priorizando la memoria y la repetición, por sobre la creatividad y la innovación es la vanguardia de un ejército de ocupación naturalizado por los años. Educar a la soberana, significa ni más, ni menos que educar a nuestras hijas para obedecer a las clases gobernantes sean del color que sean, siempre responden a un mismo interés; el de las corporaciones. La pedagogía hacker se basa en el principio de soberanía educativa; soberanía que no puede ser ejercida desde la clase política y los gobiernos, sólo las comunidades reunidas en asamblea pueden ejercer esa soberanía.

La escuela actual no excluye ni la violencia, ni los enfrentamientos, ni la explotación; más bien nos prepara para ejercerlos y aceptarlos.

Nuestra sociedad se basa en el cisma (2); su contrario es la unidad (3), si planteáramos una educación hacker se basaría en la unidad porque contrariamente a lo que se piensa de la hacker como una solitaria con su máquina, perdiendo las horas leyendo y modificando código, para acceder a datos ocultos, las hacker somos una comunidad en constante interacción, buscando el conocimiento colectivo, por eso actualmente encontramos entre nosotras a informáticas, periodistas, médicas, ingenieras, ecologistas, comunicadoras; pienso que como en su momento yo lo hice, todas nos acercamos al hacktivismo ( hoy con tanta mala prensa) porque buscábamos un conocimiento que las secundarias y terciarios (incluyendo universidades) no nos daban.

El movimiento hacktivista, el software libre, la cultura libre buscan una transformación global de la sociedad. Para ello buscamos cambiar muchos de los valores existentes como «de la buena ciudadana»; el único camino es acceder a la educación buscando incentivar los valores más excluidos actualmente; el apoyo mutuo, la solidaridad, la libertad, la responsabilidad social, igualdad, una ética colectiva, una dignidad coherente con esa ética y responsabilidad social. Para las que nos movemos dentro del hacktivismo es el único camino hacia la felicidad y bienestar del ser humana.

Pensar que la solución es lo digital es reducir todo el problema a la innovación técnica de una herramienta

Muchas han confundido nuestras posiciones sobre cómo evolucionar en la pedagogía tradicional hacía una pedagogía superior; quedándose con el concepto de Nicholas Negroponte de una pedagogía digital, según quien la solución a los problemas pasa por «una niña=una netbook». Inclusive las universidades se plantean hoy carreras digitales y materias digitales dentro de las carreras tradicionales; esto es un error garrafal. Es reducir todo el problema a la innovación técnica de una herramienta; es como si en la época de Aristóteles hubiesen reducido toda la enseñanza a la invención de la palanca; tal vez ahora todas seriamos expertas levantadoras de obstáculos pero estaríamos aún pensando que la tierra es plana.

La solución a los problemas educativos se encuentra en espacios totalmente analógicos, que han ido abandonándose. Un ejemplo es la familia; en nuestra adaptación a los nuevos modelos familiares y la inserción de las nuevas tecnologías hemos perdido el concepto de familia. Hoy no es raro escuchar la critica feroz a las clases excluidas por tener muchas hijas, en cualquier habitante de las urbes; es como si entendieran que sólo las pudientes pueden tener familias numerosas, cuando esto es un error.

La familia era antes un lugar de conocimiento, donde las mayores se sentaban con las más chicos y les contaban sus experiencias; estas las llevaban luego a sus juegos comunitarios y a la escuela, donde se esparcían o como nos gusta decir a nosotras se viralizaban. Las familias antes eran numerosas porque eso era una garantía de fortaleza y continuidad; el concepto de los comunidades indianas es muy distinto del que posee la mujer blanca «civilizada» que busca una familia funcional, que le garantice el éxito, según los términos de la sociedad industrial actual. Entiéndase bien este concepto porque no estoy diciendo que se debe destruir las industrias, lo que digo es que las familias deberían recuperar para sí el espacio de conocimiento, apoyo mutuo, solidaridad, libertad, ética y responsabilidad para transformar la práctica industrial de manera sustentable y darle a lo digital su lugar verdadero: una mera herramienta de comunicación y expresión.

Por eso cuando la defensa de una mejor educación se basa en el reparto de 3.5 millones de netbooks en nuestra población adolescente, tiemblo. Y me pregunto si una mujer con las credenciales de Filmus, Tedesco o el actual Sileoni pueden estar convencidas que han mejorado la educación por repartir una herramienta digital entre las estudiantes secundarias, por otra parte es una herramienta vedada, con montones de limitaciones por las mismas concepciones que posee el gobierno de la juventud y el exitismo. La netbook es del estado hasta que la alumna egresa del secundario o el terciario que se la entregó, y sólo entonces la net es «liberada» y pasa a ser de la alumna pudiendo esta cambiar su sistema operativo. Esta condición ya es una desigualdad que marca la diferencia entre las exitosas y las fracasadas; muchas entenderán esta práctica como necesaria, yo puedo asegurarles que es esta práctica una de las generadoras de la violencia en las escuelas y producen en la población escolar una exclusión inversa a la de las docentes y funcionarias. Las chicas excluyen y hacen blanco de su violencia (bulling) a las estudiosas y exitosas. El promedio de egresos en las secundarias argentinas es del 43% o sea de cada 10 alumnas, solo pasan a la universidad 4, en los plazos establecidos y solo el 50% termina la secundaria dentro y fuera de los plazos. «El país se ubica así detrás de Perú y de Chile, con un 70% de alumnas que completan sus estudios secundarios; de Colombia (64%); de Bolivia, (57%); de Paraguay (50%), y de Ecuador (48%).»(4)

En el estado actual de la educación argentina con una díscola pedagogía y una exuberante digitalización; «Según surge del programa de evaluaciones Pisa, que cada tres años realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 52 por ciento de las alumnas secundarios del país no logra comprender lo que lee» nos confirma Manuel Alvarez Trongé, presidente de Educar 2050; según una entrevista realizada por el diario La Nación.
No es la digitalización lo que va a informatizar las escuelas. El espacio educativo solo puede empezar a informatizarse recuperando los espacios analógicos como espacios de compartir, de confraternizar, de conocimiento distribuido; una vez que logremos esto tal vez esas herramientas repartidas hoy desde varios estados y por el Plan Conectar-Igualdad en este país sirvan para lograr personas felices y solidarias que puedan vivir en una sociedad de pares.
1 Sociedad Serie: Se refiere a una sociedad serial que mantiene una estructura fabril de desarrollo y educación, para garantizar la igualdad de sus miembros. En una sociedad serie el conocimiento perdería toda su diversidad e innovación en pos de una igualdad.
Sociedad de clones: básicamente sería lo mismo que la anterior solo que se utilizaría tecnología para mantener una correspondencia genética y se ordenaría a la sociedad de forma igualitaria, a medida que sus miembros se corresponda. O sea serian todas 1 o todas 0; pero nunca 1 y 0 compartiendo y desarrollándose.
2 Cisma: significa división, discordia o desavenencia entre las individuos de una misma comunidad.
3 Unidad: significa Unión, concordancia o advenencia entre las individuos de una misma comunidad.
4 http://www.lanacion.com.ar/1492945-inquietante-diagnostico-de-la-educacion-secundaria

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