Sí, estas cosas sorprenden. Internet llegó a Argentina en 1995, pero se masificó casi 10 años después. Esto hace que pensar en que en 1984 se enviaban email sea algo insólito. El correo electrónico apareció todavía mucho tiempo antes de 1984: fue en 1961 en que el Instituto de Tecnología de Massachusetts hacía la primer demostración de esta tecnología. Cuatro años más tarde comenzó a utilizarse en una supercomputadora de la época, pero recién en 1966 comenzó a extenderse.
Es curioso cómo, aunque existan desarrollos que nos asombran en su complejidad, el correo electrónico adolece aun del problema que significa que alguien pueda enviar un email y falsificar el correo desde el que lo hace. Exactamente lo mismo que sucede con el correo postal: no puede evitarse que alguien coloque como remitente de una carta datos apócrifos. Si yo mando una carta puedo poner como remitente a quien yo quiera e igual puedo hacer con la dirección desde la que envío, nadie puede impedirlo.
Hoy te traemos un vídeo bastante interesante que muestra cómo se enviaba un email en 1984. Se trata de un extracto del programa «Database» que se emitía en el Reino Unido y que muestra todo el proceso incluyendo el marcado manual y el ruido del módem de esa época. En la década del 80 el mundo vio cómo nacían y morían muchas tecnologías, muchas aun nos acompañan, pero una importante cantidad ya no lo hacen. Actualmente enviar un email es bastante intuitivo y ciertamente no significa grandes esfuerzos. Pero en 1984 enviar un email requería todo un ritual al punto de que los sistemas actuales, vistos desde ese contexto, resultan algo cercano a la ciencia ficción.
El videotex fue uno de los primeros sistemas para usuarias finales. Nació en 1970, pero fue lanzado recién en 1979 y se desarrolló principalmente como una plataforma de entrega de información en un formato pensado para ser visto mayormente en televisores. Algo interesante del videotex de Prestel y específicamente del email, es que Prestel es el acrónimo de press telephone. ¿Y esto qué importa? Que Prestel era una dependencia de la oficina de correos de Reino Unido. Sí, el email era un servicio público.
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Es bastante simpático el hecho de que la persona que opera la máquina tenga que llamar «manualmente», pero a esta redactora no le suena raro: así era como usábamos el terminal en 1990, la primera vez que tuve oportunidad de conectarme remotamente a una red, cuando utilizábamos el «terminal». Siendo sincera, nunca supe si el programa realmente se llamaba así, pero lo cierto es que lo usábamos de manera muy parecida a Internet (una Internet que andaba a pedales). Un detalle que llama la atención es que quien opera la máquina introduce su contraseña públicamente y por televisión, sin poner ningún tipo de nombre de usuaria.
¿A todas nos quedó claro que la contraseña es 1234, no? Es curioso cómo además de no necesitar un nombre de usuaria, las direcciones de correo fueran numéricas, y sin dominios (por lo que no habían arrobas, aunque la tecnología existiera). El detalle final y bizarro lo arroja ese sonido que bien podría usarse para torturar.
En fin. Ya sabés cómo se hacían estas gestiones hace 32 años. Por suerte podemos decir que hoy estamos mucho mejor.