NOTA: Hace pocos días la sección tecnología de MDZ publicó los tres puntos esenciales de esta nota. Hoy, desde Hackers, retomamos lo dicho para sumar información y algunas especulaciones que pueden colaborar con comprender el funcionamiento de la app. Nuestros saludos a ellos.
Tal vez saliste y conociste una chica/o que te volvió loco/a y te dio su celular. Tal vez conseguiste el teléfono de esa persona a la que odiás TANTO porque te produjo un perjuicio, porque te estafó, porque agredió a alguien a quien querés. En casos como los anteriores, si tenemos WhatsApp y esta persona también, suele darse una catarata de mensajes. Y es de lo más variada: fotos, insultos, piropos, largas frases, etc.
Las venganzas en Internet, cuando uno se ocupa de ellas, son muy sabrosas y también muy divertidas, aunque algunas veces no podemos estar 100% seguros de cuán efectivas fueron, salvo que hayamos previsto ese punto también, cosa que recomiendo, pues dudar de si nos vengamos o no, no es para nada divertido, y hasta suele generar una angustia mayor que la que provocó la venganza.
Alguna vez me enteré de que alguien, protestando por una ley, hizo una serie de maniobras para que millones de hombres (jóvenes, maduros, viejos, etc) en el mundo enviaran fotos de sus penes erectos al email del diputado que creó el proyecto (cosa que se comprobó que sucedió, aunque el diputado nunca lo dio a conocer), y de otra persona que programó un robot para que miles de personas al mes le llamen por teléfono a quien la perjudicó y le hagan creer que su esposa lo engaña.
Seguro, podés cambiar el número -y es muy molesto- y pueden volver a conseguirlo, los emails pueden borrarse, pero nada más molesto que el hecho de que alguien te tire abajo un servidor que usás para trabajar -perjudicando a todos los usuarios-, lo haga llenándotelo de fotos de tipos excitados de todo el mundo, y que, para que sea más divertido, sea imposible -literalmente- saber quién fue.
Venganzas fuera, cuando hablamos de WhatsApp, la persona que recibe los mensajes puede bloquearnos y nosotros estar gastando energía inútilmente. Ése es el motivo de la nota de hoy.
DATO: Algunas versiones de WhatsApp (como la de IOS) permiten configurar estos datos desde la sección de privacidad.
Lo primero que tenés que saber es que esto no es un hackeo, para nada, sí es una forma de hacer ingeniería inversa con datos con los que contamos. También es algo que publica la misma gente de WhatsApp -por lo que no es ningún descubrimiento nuestro- y, aclaran, la información que nos puede servir para saber si alguien nos bloqueó es confusa, deliberadamente. En mi opinión, puede no tratarse de una confusión deliberada por parte de WhatsApp, sino de bugs (errores) que no están interesados en corregir, tal como sucedió durante años con el cifrado de los mensajes (que hacía posible leer cualquier conversación) y que actualmente sucede, pero requiere un poco más de trabajo. Es decir: bugs deliberados.
Los indicios son tres.
1) La información de última conexión
WhatsApp tiene una barra superior donde nos muestra diferente información de nuestros contactos. Si está en línea nos informa de esta situación, si está escribiendo también nos lo dice, y si no esta haciendo ninguna de las dos cosas, nos muestra en qué día y hora fue la última vez que un usuario estuvo utilizando la aplicación.
- Cuando un usuario te bloqueó esta información desaparece.
2) Los mensajes salen, pero no llegan a destino
Desde que apareció WhatsApp uno de los misterios -no tan misteriosos, pues es muy lógico- era el significado de las «barritas», esa suerte de «verificado» que aparece en la esquina inferior derecha de cada mensaje que enviamos. Cuando enviamos un mensaje, éste va desde nuestro teléfono al servidor de WhatsApp, y éste lo deriva al usuario al que se lo estamos mandando. WhatsApp divulgó hace bastante que un «verificado» significa que el mensaje llegó a sus servidores (esto significa que fue enviado) y dos, que el mensaje fue entregado.
- Cuando un usuario te bloqueó aparece sólo una verificación, lo que significa que el mensaje llegó a los servidores, pero no al celular destino.
Estos dos «check» no significan que un usuario haya leído el mensaje. Aunque, neurosis mediante, podemos pensar que si enviamos un mensaje, que efectivamente llegó, y la última vez que el usuario estuvo online es posterior al horario de llegada del mensaje, es muy probable que lo haya visto (según cálculos de ingeniería social: tenés un 60% de posibilidades de que sea así en la franja etaria que va desde los 10 a los 45 años, donde hay una GRAN neurosis whatsapera).
3) La foto de perfil y estado
WhatsApp por lo general se abre en la bandeja que contiene las conversaciones con nuestros contactos y tiene en la esquina superior derecha una pestaña para crear nuevos mensajes. Cuando creamos un nuevo mensaje, nos aparece nuestra agenda de contactos con WhatsApp. Al hacer esto, forzamos que se actualicen las fotos de perfil y el estado de los contactos (porque la aplicación «refresca» todo el listado de contactos).
Si un contacto te bloqueó no vas a ver ningún cambio en sus fotos de perfil ni en su estado.
Esto último es algo muy variable, pues las personas que actualizan su estado o foto de perfil en WhatsApp son muy pocas.
DATO: Si alguien apaga su celular (porque está de viaje o no tiene batería), se van a dar exactamente estas 3 situaciones.
Los desarrolladores de la aplicación, informan que estas variables pueden darse por separado, o no darse, cuando una persona te bloquea, por lo que ninguno de estos datos sirven para determinar 100% si alguien efectivamente te bloqueó, esto lo hacen con el objetivo de que quienes te bloquean tengan resguardada su privacidad. Por lógica, si el segundo «check» aparece en el mensaje es que éste llegó, aunque no sería difícil crear una función que engañe a los bloqueados haciéndoles creer que el mensaje llega. Aunque… dudo que WhatsApp ocupe más tiempo en engañar usuarios bloqueados que en corregir errores de seguridad tan terribles como los que tiene.
En fin, si suponés que una persona te bloqueó, ya tenés algunas alternativas con las que estar más seguro/a. Aunque, si estás buscando venganza o amor, yo optaría por una función casi oculta de los smartphones: llamar.
¡Happy Hacking!