Hoy, se recuerda uno de los días más oscuros de nuestra historia.
Un día que ustedes se encargaron de construir en cada uno de sus segundos; aquel 24 de marzo de hace treinta y ocho años.
Su criatura asesinó a muchísimas argentinas; muchos más que las 30.000 que recordamos a diario, que proclaman los carteles en las marchas y se usan en los discursos como estandarte de la justicia que no se realizará.
Aquel 24 de marzo de 1976 las fuerzas armadas derribaron el gobierno constitucional de María Estela Martinez de Perón y se autoproclamaron a si mismas gobierno en el denominado Proceso de Reorganización Nacional. Aquella primera junta la integraron Jorge R. Videla (ejército), Emilio E. Massera (Armada) y Orlando R. Agosti (Fuerza Aérea); pero las verdaderas dueñas del poder eran ustedes moviéndose en las sombras, poniéndose en los puestos clave como Martinez de Hoz en Economía.
Pero, para llevar a cabo esta sanguinaria maquinaria terrorista necesitaban de cómplices y ejecutoras. Entre las primeras se cuentan Jueces, Funcionarios, Sindicalistas, Políticos, Periodistas, Religiosos, etc; y entre las segundas se cuentan Militares, Policías, Gendarmes y Paramilitares que ustedes financiaron.
La misma elección del pomposo nombre de su empresa los delata.
“Esta expresión da cuenta con precisión del objetivo y las consecuencias del terror: transformar a la sociedad a través de la instigación a la delación, la destrucción de las redes sociales de solidaridad y cooperación y la creación de un sistema de desconfianza generalizada que subsiste hasta el presente, como presupuestos necesarios para las transformaciones económico-sociales iniciadas en dictadura pero efectivizadas en la democracia de los veinte años siguientes”.
Ustedes han proclamado como razón la pacificación; apagar la extrema violencia del enfrentamiento entre la izquierda y la derecha del movimiento peronista; de la amenaza externa que representaba la guerrilla marxista del ERP y el FAL o la violencia de las Montoneras. Inclusive podría darles la razón y decir que esto era verdad; pero no fue ni por un segundo la verdadera razón de la maquinaria que pusieron en funcionamiento aquel día.
Ustedes financiaron esa maquinaría de guerra total en propio territorio, con la anuencia de EEUU y su representante Henry Kissinger. Ambas estaban temerosas de que surgiera en esta tierra un régimen marxista, otra Cuba y le hicieron creer esos temores a los militares instruidos en la nefasta “Escuela de las Américas” que no fue otra cosa que una escuela de sicarios y nazis. Pero por sobre todas las cosas demuestra lo poco que conocen a sus propios pueblos.
Ustedes son las que instrumentaron las atrocidades del gobierno militar, dando cobertura legal a la persecución, detención, interrogación bajo tortura de miles de ciudadanas argentinas por el sólo hecho de integrar una organización solidaria de ayuda humanitaria o militar en partidos de izquierda o defender a los que ustedes hacían encarcelar en sus fábricas y empresas.
Ustedes financiaron y justificaron desde sus medios de comunicación las mayores atrocidades como los centros clandestinos de detención, que configuraron verdaderos campos de concentración con la impronta del nazismo más radical; la desaparición forzada de ciudadanas que terminaban apareciendo asesinadas en basurales y descampados o eran arrojados desde aviones al mar.
Fueron ustedes las que desde sus medios masivos justificaron la ilegalidad del Estado, diciendo que la democracia no servía para lograr nuevamente la paz y la fortaleza de las instituciones de la Nación.
Ustedes fueron las que promovieron la disolución de las instituciones democráticas hasta entonces vigentes y la pena de muerte para las sospechosas de subversión, se suspendieron las libertades ciudadanas, se emplazaron metralletas dentro de sus industrias para advertir a las obreras que serían asesinadas si resistían de alguna manera, se removió la Corte Suprema de Justicia para imponer su enfermo concepto de justicia, se intervinieron los sindicatos obreros y las universidades donde sus adeptos implantaron un sistema de delación e intriga donde todas eran posibles subversivas y corrían el riesgo de desaparecer destruyendo las más básicas convenciones sociales de la solidaridad y la comunidad, proscribieron la posibilidad de agruparse partidariamente destruyendo las posibilidades de creación de salidas más humanas de nuestros problemas, crearon un órgano de censura para que solo pueda accederse a “su” verdad; un verdadero Ministerio de la Verdad que fue vulnerado por varios Wilson(1) entre ellos estuvieron Rodolfo Walsh y Paco Urondo que quebraron el silencio de su Estado Terrorista y denunciaron hacia dentro la falta de coherencia y realidad de los mandos montoneros. Mandos que salieron beneficiados convirtiéndose en socios de sus enemigas.
Ustedes fueron las culpables de haber mentido la identidad de al menos 500 niñas que fueron adoptadas ilegalmente con sus Jueces y Tribunales. Digo al menos porque son los que registran los Organismos de Derechos Humanos; allí no están contabilizadas las niños de las comunidades indígenas y campesinas totalmente invisibles que eran asesinadas y apropiadas. Pero Ustedes si lo saben porque ustedes ordenaron limpiar esos territorios.
El 30 de octubre de 1983 cayó su monstruo caníbal derrotado y abrió paso a una nueva era el 10 de diciembre de ese año con la asunción del gobierno por el Presidente Alfonsín. Pero ustedes no cayeron, ustedes se disfrazaron de demócratas y pusieron a sus hombres en los lugares claves para continuar lo instaurado en los años del terror.
Por eso aún la Cámara de Casación detiene los procesos a su mano de obra y la profundización de la condena hasta que llegue a sus oficinas.
Algún día ustedes deberán pagar la deuda que le hicieron pagar a todas las argentinas y la sangre que ese traspaso que nos empobreció a nosotras y las hizo ricas a ustedes. Por si quedan dudas de a quién va dirigida esta carta. Va a las dueñas y beneficiarias de la dictadura.
Autopistas Urbanas, Celulosa Argentina, Acindar, Bridas, Alpargatas, Siderca, Sevel, Imb, Mercedes Benz, Esso, Fiat, Ford, Pirelli, Loma Negra, Bancos De Italia, Rio, Frances, Londres, Galicia, Ingenio Ledesma y otras más.
A sus medios de prensa:
las revistas Somos, Para ti y Gente, los periódicos La Prensa, Clarín, La Nación, La Tarde87 y La Razón.
Sus periodistas más camaleonicas que hoy se rasgan las vestiduras diciendo cuán democráticas son mientras llaman a la confraternización y el olvido.
“Ernestina De Noble, Mariano Grondona, Aldo Proietto, Rolando Hanglin, Joaquin Morales Solá, Magdalena Ruiz Guiñazú, Aníbal Y Constancio Vigil, Hugo Gambini, Julio Lagos, Raul Portal, Bernardo Neustadt, Fernando Niembro, Ernesto Cherquis Bialo, José Luis Escribano, José María Muñoz, Mauro Viale (Mauricio Goldfarb) – Marcelo Araujo (Lázaro Silberman), Carlos Burone, Silvina Bullrich, Samuel «CHICHE» Gelblung, Fernando Bravo, René Sallas, Jorge Castro, Luis Domeniani, Carlos Fernández, Enrique Macaya Márquez, Jorge Manzur, Juan Carlos Montero, Marcelo Moreno, Daniel Muchnik, Juan Carlos Pérez Loizeau, Ernesto Schoo, Any Ventura, Marcelo Araujo, Enrique Llamas De Madariaga (Hermano Del Director Del Pelcos), Julio Lagos, Magdalena Ruiz Guiñazú, Roberto Maidana, Mónica Cahen D’anvers, César Massetti, Betty Elizalde, Raúl Garibati, Raúl Urtizberea, Silvio Huberman, Lidia Satragno (Pinky) Y Rodolfo Aguirre Mencia. Félix Luna, Carlos Acuña Ramos Mejía, Víctor Lapegna, Luis María Castellanos Y Guillermo Aronín. A Ellos Habría Que Sumar A Héctor Sayago, Edgardo Arribillaga Y Héctor Del Mar, Daniel Mendoza, José Gómez Fuentes, Nicolás Kasanzew, Fueron Las Caras Visibles De La Dictadura En Tiempos De Malvinas, Junto A Quienes No Daban La Cara Pues Dirigían Los Noticieros Como Luis Clur, Abel Maloney Y Tantos Otros”.
Sus Jueces y fiscales que invisilizaban a las ciudadanas desaparecidas y la virtual trata de sus hijas:
Carlos Olivera Pastor, Miguel Angel Puga, Antonio Cornejo, Alí Fuad Ali, Otilio Roque Romano, Luis Miret, Manuel Humberto Blanco, Wagner Gustavo Mitchell, Conrado Bergesio, Rodolfo Pradas, Gustavo Demarchi, Juan Piero Asaro,
Gustavo Duprat, Carlos Villafuerte Ruzo, Alejandro Sanchez Freytes, Roberto Catalán, entre 400 jueces y fiscales colaboracionistas del asesinato de miles de argentinas.
Todo esto solo ha logrado:
- 200 personas son las condenadas desde el retorno de la democracia.
- 40 de estas condenas se encuentran firmes.
- 32 personas fueron condenadas por apropiación de niños
- 9 personas entre las juzgadas luego de la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida cuentan con condena firme.
- 820 son las procesadas en todo el país por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.
- 400 ya tienen al menos una causa en etapa de juicio (es decir, que próximamente serán sometidas a juicio oral).
- 19 juicios orales terminaron en 2010.
- 110 represoras fueron condenadas y nueve acusadas fueron absueltas en 2010
- 8 juicios orales se están desarrollando actualmente.
- 5 juicios están en trámite por el antiguo procedimiento escrito.
- 7 nuevas causas tienen fecha de debate cierta para este año.
Fuente: Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de causas por violación a los Derechos Humanos durante el terrorismo de Estado.
Por todo esto yo les escribo a ustedes esta carta en este domingo 23 de Marzo a muy pocas horas de que comience el 24 y vaya a cubrir a mis hijas de la oscuridad.
Los hackers proclamamos que El conocimiento es libre. Somos Anónimas.(aunque yo haya roto hoy esa regla) Somos Legión. No perdonamos. No olvidamos.
¡Esperadnos!
http://www.portalplanetasedna.com.ar/deuda_externa.htm
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL000162.pdf
http://chdenuncias.blogspot.com.ar/2009/06/periodistas-de-la-dictadura.html
http://argentina.indymedia.org/news/2011/07/785375.php
Muy buena nota. Nada de lo que se haga en términos de memoria activa por los sucesos que llevaron al 24 de marzo de 1976 es mucho: parece mentira pero buena parte de la gente no sabe porqué hoy es feriado, qué pasó en la fecha que origina esta conmemoración. Es decir, hay un peligroso olvido, mucho más peligroso que las nostalgias de quienes añoran manos duras, moralinas salvajes y perversas. Argentina es el país del «mientras no me toque a mí, no me importa». En fin.