Rachel Bryk.
Hace treinta días en New York se suicidó Rachel Bryk.
Rachel Bryk; tenía 23 años y un futuro como desarrolladora de talento promisorio.
Rachel Bryk; arrastraba una enfermedad reumática degenerativa que la sumía en dolores intensos crónicos.
Rachel Bryk; era una transexual.
Rachel Bryk; sufría acoso a través de las redes sociales.
A Rachel Bryk la asesinaron manos invisibles de TROLL. Las manos invisibles de la intolerancia y ese pensamiento patriarcal que no soporta a la diferente.
Rachel Bryk fue acosada por TROLLs hasta empujarla del Puente George Washington en la estadounidense ciudad de New York.
Rachel Bryk era uno de los pilares del Proyecto Dolphin que pretende dar un emulador libre de Wii y GameCube.
A Rachel Bryk la instó a suicidarse una de sus acosadoras desde la red Ask.
Rachel Bryk nos deja un legado de código fuente.
Rachel Bryk nos deja una nueva advertencia sobre el daño que produce a la humanidad la intolerancia y el prejuicio.
Rachel Bryk había anunciado en la red hacker 4chan que abandonaría esas redes sociales; pero le ganó la partida la desilusión, la amargura de saberse en un mundo que no era el que ella quería.
Rachel Bryk era una apasionada de su trabajo como desarrolladora, una hacker en toda la extensión de la palabra y por eso también fue acosada.
Pienso en Rachel Bryk y viene a mi mente la primer estrofa del manifiesto hacker y me da de modificarlo a modo de homenaje y de luto.
“Hoy han acosado a otra», aparece en todos los periódicos. «Joven hacker transexual se suicida «, «hacker con baja estima se arroja del Puente Washington». «Malditas crías. Son todas iguales». ¿Pero pueden, con su psicología barata y su cerebro de los años cincuenta, siquiera echar un vistazo a lo que hay detrás de los ojos de una hacker? ¿Se han parado alguna vez a pensar qué es lo que les hace comportarse así? ¿Qué les ha convertido en lo que son?
Rachel Bryk pertenecía a este mundo hacker, nos pertenece y ellas la mataron. Un Ello macho, patriarcal, intolerante, impotente ante nuestro avance invisible. La mataron pero somos legión, no pueden vencernos.
Mi delito es juzgar a la gente por lo que dice y por lo que piensa, no por lo que parece. Mi delito es ser más inteligente que vosotros, algo que nunca me perdonaréis. Soy un hacker, y éste es mi manifiesto. Podéis eliminar a algunas de nosotras, pero no a todas… después de todo, somos todas iguales.
Fuentes:
http://biblioweb.sindominio.net/telematica/mentor.html
http://www.perspectivacenital.com/la-desarrolladora-rachel-bryk-se-suicida-sometida-a-acoso-online/