A todas nos ha pasado: se nos ocurre buscar algún producto desde el teléfono o la computadora y luego la red es un karma de anuncios publicitarios al respecto. Casi como dejar una olla con comida en el exterior durante 24 horas y encontrarla atestada de gusanos y hormigas. O peor: si tiramos el contenido de la olla y la lavamos, las hormigas y gusanos se van, los anuncios no.
Este tipo de anuncios recibe el nombre de ‘anuncio personalizado’, un eufemismo con el que nos aclaran que esa ‘personalización’ se basa en espiarnos y perseguirnos, vender nuestra identidad a la mejor postora. Se trata de una forma en que las anunciantes y gobiernos marcan a determinadas personas con una determinada cantidad de características. Estas características son raza, género, edad, nivel educativo, clase social, nivel de ingresos, empleo, estatus económico, personalidad, actitudes, opiniones, estilo de vida y muchas otras cosas más que realmente asustan. La línea con que nos pescan es tan profunda y pormenorizada, que quienes hacemos Tribuna Hacker entendemos que se trata de la venta de la identidad de una persona, y por eso hablamos de trata digital: se secuestra y utiliza todo lo que hace que vos seas vos, salvo tu nombre.
Pero con eso no alcanza: existen distintos tipos de anuncios: motores de búsqueda, redes antisociales, celulares, anuncios de contenidos, variables sociodemográficas, anuncios basados en tu ubicación geográfica, anuncios definidos por tu comportamiento, anuncios destinados a que veas cosas que no verías, y así hasta el horror.
Ahora, un montón de esos diferentes tipos de anuncios trabajan en tandem para formar un plano más grande en la foto (aunque si fuera lo suficientemente grande, en la foto se verían las corporaciones y gobiernos que ejercen el control social a partir de este tipo de prácticas tan repudiables). Cuando estás navegando todo hace parecer que hay alguien exactamente detrás de tus pasos. Lo terrible es que es así… alguien está detrás de tus pasos y quiere venderte, no venderte algo, quiere venderTE, a vos y todo lo que sos.
¿Cómo tomar el control de estos anuncios?
La primer respuesta es: instalando un bloqueador de anuncios, uno muy bueno es Ad Block Plus 2.
Si estás cansada de que la persecución y el destrato de parte de las lacras que detentan el poder, podés seguir esta serie de consejos, sabé que no podés detenerlos por completo, pero podés estar muy cerca.
WebChoices
Existe un consorcio llamado ‘Digital Advertising Alliance’ que busca una humanización de este tipo de prácticas. Plantea distintos principios regulatorios y busca que las usuarias puedan manejar algo de todo lo que les quitan (un eufemismo verás, porque se trata de la zorra cuidando el gallinero, algo así como Miguel Braun como secretaria de Comercio de un país, como lo que sucede en Argentina).
La DAA publicó una herramienta llamada WebChoices que escanea computadoras y celulares en búsqueda de prácticas comerciales deleznables como las que te contamos dentro de 134 distintas compañías globales que vejan a sus usuarias.
Para analizar tus dispositivos, podés ir a la web en cuestión y escanear. Allí verás un listado de compañías, muchas que seguramente no conozcas, podés optimizar todas y cada una. Hay que decir que esto se hace de esta manera para que te quedes con las que menos te molesten (porque el proceso puede ser desgastante y tedioso) y de esta manera poder seguir vendiéndote.
Red por red
Algo que permiten varias de estas redes (sobre todo las antisociales) es configurar un poco los anuncios. Esta es una buena alternativa en caso de que no te moleste tanto la persecución en unas redes como en otras.
Facebook Ads
Facebook es tal vez la peor, junto a Google, en este tipo de ataques a las usuarias. Ofrece una posibilidad de configuración de anuncios dentro de la pestaña de opciones de configuración generales. Una vez que estés dentro vas lograr ver qué datos tuyos le muestra la red de Zuckerberg a las anunciantes, en qué anuncios hiciste click, la configuración específica por ad y un lugar para testear los resultados de la configuración que tengas o realices en este apartado.
Google Ads
Se trata de la compañía más grande del mundo y la que logró imponer estas aberraciones a escala global, la que vende todo y no te ‘cobra’ nada. Para ver las opciones de configuración de anuncios de Google, tenés que visitar la página de configuración de anuncios de Google. Verás allí una serie de pasos donde podés configurar un poco todo esto.
Twitter Ads
La configuración de los anuncios de Twitter es mucho más sencilla que algunas de las otras redes, aunque es un poco más difícil de encontrar. Están escondidos en el menú Personalización, al que sólo podés acceder en la web. Para encontrarlo, haga clic en tu foto de perfil, luego en Configuración y Privacidad, después en Privacidad y Seguridad.
Luego de esto toca ir hasta ‘Privacidad y Seguridad’ donde vas a encontrar el menú de personalización y datos, donde podrás editar la opción de ‘permitir todo’ (realista el asunto, ¿eh?).
Como era de esperarse, Instagram es la única que no tiene opciones de configuración de anuncios como un menú especial. En su lugar, podés configurar cada anuncio. Algo tan estúpido como insultante. A medida que te desplaces por tu feed de Instagram, vas a ver anuncios espía marcados como «Patrocinados». Gran parte de este contenido puede ser incluso de páginas que ya seguís. Pero si no te gusta un anuncio en particular, podés pulsar en los tres puntos de la esquina superior para mostrar la configuración de anuncios y modificar las opciones de UN ad. Nefasto.
Como dije más arriba, todas estas opciones no harán que controles por completo este tipo de cosas. Lo mejor es instalar un bloqueador de ads, usar un navegador seguro (Firefox es uno por lo menos más ético a la hora de vender a sus usuarias) y evitar utilizar servicios que centralicen tu información (como una cuenta de Gmail para operar tu Android… o un teléfono inteligente para hacer de todo menos hablar por teléfono).
¿Conocés otras alternativas? ¡Contanos cuáles y cómo te fue con ellas!
¡Happy Hacking!