maltron dvorak

¡Fabricate un teclado Dvorak!

¿Sabías que los teclados están hechos para escribir lento? Te enseñamos a fabricarte uno con una distribución óptima de las teclas

Existen muchas historias acerca de defectos de diseño en diversos dispositivos hardware y software, que fueron vendidos a sabiendas de que sufrían ese defecto, sea porque era muy caro corregirlos, o porque había que salir al mercado antes que la competencia, u otros motivos. Una vieja leyenda en relación con los teclados de computadoras, que heredan su diseño de las máquinas de escribir no-electrónicas, es que la distribución más utilizada de las letras, denominada Qwerty porque son las primeras que aparecen en la fila superior desde la izquierda, habría sido diseñada de tal modo que ralentice la escritura de las personas más entrenada. ¿Por qué?

El creador de la Remington dedicó mucho tiempo a estudiar cómo hacer que la gente escriba más lento

Christopher Sholes fue la persona que diseñó y patentó la maquina de escribir más vendida desde mediados del siglo XIX, las famosas Remington (la fábrica de armas le compró la patente a Sholes). Según la historia más difundida, los martillos que imprimían las letras sobre el papel, chocaban y se trababan entre sí cuando la persona escribía un poco rápido, lo que las hacía insoportables para alguien con cierta práctica. Entonces el tal Sholes dedicó varias versiones y algún tiempo a estudiar cuál era la posición de las teclas que dificultaban una escritura demasiado veloz, para evitar que los martillos se atascaran.

Es posible que algunos de ustedes nunca hayan visto una funcionando, pero en mi caso, estudié dos años de mecanografía en una sala de máquinas donde teníamos una Remingon antiquísima para cada alumno. También teníamos otra sala con una computadora Atari cada dos o tres alumnos, pero aprendimos a escribir en las Remington antiguas. Lo bueno es que hoy dia en las computadoras escribo muy rápido y completamente sin mirar el teclado, al punto que puedo escribir en la oscuridad total casi sin errores. En realidad las Remington que utilizábamos no eran las más antiguas sino bastante nuevas, fabricadas luego o durante la segunda guerra mundial. Las primeras de 1870 debían ser bastante peores. Puedo dar fe que las Remington se trababan. Al principio no, pero promediando el segundo año ya escribíamos bastante rápido, con todos los dedos de las manos y sin mirar el teclado (al menos los que ya teníamos espíritu geek y habíamos entrenado obsesivamente) y de hecho, en estos modelos «avanzados» de Remington, peristía el problema de la velocidad.

Obviamente, cuando ibamos a clases de computación los teclados de las Atari usaban la misma distribución de letras que los teclados de las Remington pero jamás se trababan, si hubiera existido una forma más eficiente de ubicar las teclas para tipear más rápido, no habría sido ningún problema utilizar esa distribución.

¿Entonces, por qué las Atari que usábamos en el colegio, y todas las demás computadoras que conocemos utilizan hoy día, utilizan la distribución Qwerty, supuestamente ineficiente, diseñada para suplir una limitación mecánica inexistente en los dispositivos electrónicos?

Se diseñaron muchas maquinas de escirbir a lo largo del siglo XX, muchas de las cuales soportaban otras maneras de distribuir las letras sin que se trabaran los martillos, lo cual dió origen a muchos diseños y competencias, entre los cuales se hizo famoso uno deminado Dvorak en honor a su diseñador. Según Dvorak, su diseño tiene las virtudes de distribuir uniformemente el uso de ambas manos y minimizar el movimiento de los dedos, gracias a estudios estadísticos sobre la frecuencia de uso de las secuencias de letras en las palabras más utilizadas. Utilizando el teclado con las letras en la posición propuesta por Dvorak se obtendía mayor eficiencia en la escritura, más velocidad y mejor ergonomía con menos desgaste físico.

El diseño de Dvorak es anterior a la segunda guerra mundial, por lo tanto hubiera sido posible incorporarlo en toda la gama de teclados electrónicos que se utilizaron en las computadoras desde sus orígenes, evitando así que utilicemos hoy en día un diseño que fue pensado para solucionar un problema mecánico del siglo XIX.

Sin embargo, según una investigación de Stan Liebowitz y Stephen Margolis, los estudios que muestran la mayor eficiencia de los teclados Dvorak sobre los teclados Qwerty no están suficientemnete documentados, muchos fueron realizados por el propio Sr Dvorak, lo que les restaría credibilidad, y muchos estudios modernos indican que la ventaja ergonómica de Dvorak es menor que la pretendida.

Los hackers no soportan fácilmente la incertidumbre cuando piensan que las pruebas estan al alcance de sus manos

Sea como sea, los hackers no soportan fácilmente la incertidumbre cuando piensan que las pruebas estan al alcance de sus manos (SIC), su extraña combinación de idealismo y pragmatismo les lleva a investigarlo todo si existe una posibilidad de mejorar la efectividad de un proceso. Así que si bien es difícil conseguir teclados Dvorak para comprar, existen en la web numerosas explicaciones de cómo convertir un teclado Qwerty en uno Dvorak. Decidí que valía la pena hacer la prueba, y aquí están los resultados.

Tomé un teclado Genius de los más económicos y difundidos, busqué en internet una explicación y una imagen de cómo debería quedar un teclado Dvorak, y lo modifiqué. Resultó ser sumamente simple y funcionó a la perfección. Los pasos son los siguientes:

1. Levantar con un destornillador plano todas las letras, la coma, el punto y el guión:

2. Encastar nuevamente las teclas siguiendo la distribución Dvorak.

2.1. Resulta que los genios de Genius hicieron algo extraño. Como pueden ver en las fotos, todas las teclas tienen una guía como una línea en la base que se inserta en una canaleta de la tecla, aparentemente esto sería para que la tecla se deslice sin desviarse. Sin embargo la canaleta está arriba en todas las teclas, salvo en la F y la J que la tienen debajo, por lo tanto al intentar insertar en su lugar la U y la R que ocupan su lugar según Dvorak, la guía no tenía una canaleta para intertarse y en cambio hacia presión trabando las teclas, y lo mismo sucedía a la F y la J en su nueva posición.

Se me ocurrieron dos opciones, una era limar la guía para que no se trabe. La otra era fabricar la canaleta correspondiente a cada tecla. Esta opción parecía más dificil pero tenía la ventaja de seguir utilizando la guía que aparentemente permite que la tecla suba y baje parejito. Finalmente no fue tan dificil hacerles la canaleta, lo que hice fue calentar el soldador y «dibujar» con la punta caliente la canaleta sobre el plástico de la tecla. Es la primera vez que hago algo útil con el soldador, ya que no se soldar estaño, las dos veces que lo intenté me quedó muy feo, pero en cambio las teclas suben y bajan perfectamente!

3. Reconfigurar el teclado en el sistema operativo, todos los sistemas lo soportan, incluso los que no son libres, y actualmente es una opción fácil de encontrar en el panel de configuración de cualquier sistema.

4. Aprender a usarlo.

Evidentemente el más trabajoso es el último punto, porque ya estamos acostumbrados a la distribucion con la que aprendimos. En los sistemas GNU/Linux existe un excelente software para entrenar mecanografía que permite aprender a usar cualquier distribución de teclado, se llama KTouch, forma parte del paquete de herramientas educativas de KDE, quizá ya lo tengas instalado y si no lo encontrará fácilmente en tu gestor de paquetes de software. En Windows dicen que se puede usar esto, obviamente yo no puedo ni quiero probarlo pero si ustedes usan Windows quizá puedan comentar cómo les fue: http://www.microsoft.com/es-es/download/details.aspx?id=4277

Quien sabe si el proximo articulo lo alcanzo a escribir completo usando mi «nuevo» teclado eficiente Dvorak, eh? Ya veremos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *