Hace unas notas atrás les hablaba de un proyecto educativo que ideé y lanzamos desde el Hacklab de Barracas y del Movimiento del Software Libre (LUNAR). Este proyecto se llamó HACKUELAS y básicamente se basa en los principios de mi artículo anterior. Ahora ¿cual sería la metodología a aplicar para ponerlo en práctica? porque sería imposible y hasta traumático llegar un día y decir :»…bueno a partir de hoy esto es todo autoconocimiento y conocimiento colaborativo!»
La hackescuela necesita de gente muy comprometida, que se organice en comunidad y pueda desarrollar proyectos en asamblea permanente. O sea para llegar a lo digital se debe partir de lo analógico, enseñar a un chico a programar, sin enseñarle a colaborar es lo mismo que enseñarle a un mono o a un genio a manejar.
Necesitamos que las escuelas dejen de «representar» para los padres un depósito de niños y se conviertan en un espacio comunitario
La única forma de llegar a una educación fuertemente basada en la paz, es desarrollar una educación abierta y fundamentalmente libre; donde el alumno pueda acceder a la modificación y la distribución, hoy en manos exclusivamente de los maestros. Para lograr esto; necesitamos que las escuelas dejen de «representar» para los padres un depósito de niños y se convierta en un espacio comunitario, de interés para los padres, que puedan dedicarle tiempo y colaboración.
¿Cuántas veces has sentido que si supieras «eso» tu vida podría cambiar radicalmente; dar un giro que te haga sentir «visible»? ¿Qué te gustaría saber hacer y nunca has encontrado quién te lo explique o los recursos para hacerlo? ¿Cuántas cosas puedes enseñarles y compartir con tus amigos que les puede ayudar o cambiar su forma de ver las cosas? ¿Como puede la escuela instrumentar estos espacios de conocimiento?
Una de las formas que hemos pensado en el marco de la experiencia Hackuelas; es una práctica normal en los hacklab, que es el Banco Común de Conocimientos.
El docente abandona su rol de poseedor del conocimiento y se asume el de mediador y colaborador
¿De que se trata esto?
Esta experiencia es hacer una base de datos de los conocimientos que pueden aportar a la Comunidad educativa, padres, docentes, familiares, vecinos, amigos, universidades, etc.
Sí, estamos planteando que el aprendizaje puede darse en el «afuera» de la escuela y de la currícula formal. Pero; por supuesto, esto puede lograrse solo, si los alumnos y la comunidad se comprometen, se entraman en una red de personas, se sienten unidos por el afecto y la alegría porque están divirtiéndose, se sienten útiles, motivados, seguros de que poseen un conocimiento valioso que pueden compartir y que ese conocimiento es valorado como tal por el resto. De esta manera el docente abandona su rol de poseedor del conocimiento y se asume el de mediador y colaborador.
Les puedo asegurar; que cuando los chicos sienten que la escuela es un espacio abierto e integrado a su mundo, donde puede manifestarse con libertad, sin miedo a ser reprendido; sino que su actitud es debatida pudiendo medir sus propias acciones en el entramado social y puede colaborar en proyectos que lo superan, pero los integra. Se manifiesta un entusiasmo, que solo podemos justificar con el sentimiento de pertenencia, hoy bastante en retroceso en el sentir de los alumnos con respecto de la escuela.
Guattari supo comparar el pensamiento del pasado siglo XX a un pensamiento nodular; yo creo que este concepto aplica a lo que perseguimos. El formato tradicional de la escuela es el del Disertante solitario y central; ese modelo hoy esta siendo reemplazado por el de malla o red de pares. En esta malla cada sujeto-nodo vale lo mismo; pero fundamentalmente y aún más importante vale porque es parte y tiene una interacción constante con el resto. Esta sinergia es la que da valor y regula la cismogénesis, promoviendo la unión.
Un valor que aparte es confirmado por las producciones colaborativas y la suma de beneficios al conjunto.
Es imposible no ver que esta actividad tiene una fuerte impronta social, que apunta a la inclusión de todas las partes de la comunidad y en la recuperación del espacio-escuela como bien común.
La receta para construir esta base de datos es:
- Ganas de atreverse a aprender.
- Hablar con los padres de los beneficios de hackear analógicamente la educación.
- Hablar con los padres de los beneficios de recuperar el espacio-escuela como espacio comunitario.
- Repartir una hoja con las simples preguntas: ¿que te gustaría saber? ¿que conocimiento podrías compartir?.
No es tan difícil para empezar ¿No?.
Fuente: http://transmedial.wordpress.com/2010/02/04/edupunk-educacion-expandida-sobre-algo-de-lo-se-dijo-en-la-jornada-del-cccb/