En los últimos años, la capacidad de almacenamiento ha crecido a niveles irrisorios. De un tiempo a esta parte comprarse un disco de 500gb o 1tb no es algo privativo de la gente que vive en grandes urbes. Simplemente vas y te comprás el disco, porque lo conseguís y porque tiene un precio accesible. Paralelo a esto, para todo lo que no necesitás disco rígido, está la nube. Allí los sistemas operativos te empujan a subir toda tu vida. Ya hemos dicho que esto sucede porque es una forma de controlarlos y generarnos necesidades que no tenemos. El asunto es que no se pueden instalar programas en la nube… y para eso muchas personas no están preparadas.
Hay un sector dentro de las usuarias que se caracteriza por bajar juegos, series, películas y programas de todos los colores. No se sabe por qué, pero ellas quieren tener un programa sólo porque es nuevo, sólo porque es lindo, sólo por que podría resultarles de utilidad. Y la verdad es que tienen razón, y aunque a una le resulte muy snob bajarse un programa porque es nuevo o porque es lindo, tampoco es que esté mal, así que no vamos a juzgarlas. El problema está que todas esas cosas que bajan ocupan verdaderamente mucho espacio (y más en tiempos de HD, blueray y 4K) y el hecho de estar en constante interacción con la nube, sumado a que tenemos discos rígidos grandes, hace que cuando el disco se nos quede sin lugar pensemos directamente en comprar otro. ¡Linda vuelta del sistema! ¿No?
Bueno, si alguna vez pensaste que la nube iba a afectar a las fabricantes de discos rígidos… ¡estás equivocadísima! Con este fenómeno pasa lo mismo que con Spotify: es una gran barra de chocolate metida dentro de una celda. Es muy rica, es accesible, de gran calidad, tiene todos los chiches. Pero en realidad no es más que una trampa atractiva para transformarte en una cautiva.
Pero además de todas las anteriores, que me atrevo a especular no superan el 5% del total de las usuarias, están las personas que no tienen dinero o interés en comprarse el último equipo ni juegos, ni series, ni nada de nada, y como tienen máquinas que responden a otro momento histórico en que las fabricantes hacían que compres sus productos porque eran buenos y no porque eran baratos.
Para ambos casos te traemos esta app de hoy.Se trata de Wise Program Uninstaller, un programa que nos permite quitar software con gran facilidad. Sí, ya sé que el Panel de Control de Window$ también, pero se trata de un software que -como la mayoría de Micro$oft- deja mucho que desear en cuanto a performance.
¿Por qué se necesitan estos programas? Bueno, más allá de las razones que hemos dado hasta ahora, los desinstaladores y el Panel de Control de Window$, nunca hacen un trabajo completo de eliminación y porque como a la gente de Micro$oft no les importamos como usuarias sino como consumidoras, por lo que el hecho de que su software y los desinstaladores funcionen pésimo no es algo que les interese, mucho menos lo hace el hecho de que nuestro disco nos queda lleno de basura producto de un pésimo software que corre sobre un sistema aun peor.
Wise Program Uninstaller ofrece tres modalidades de funcionamiento: desinstalación normal, modificación del paquete y desinstalación forzada. En la primera, el programa ejecutará el desinstalador que incorpora originalmente el software cuando se instala, esperará a que termine su trabajo, y luego analizará el espacio en búsqueda de cualquier archivo, carpeta, cadena de registro y otras basuras que pudieran haber quedado. La segunda modalidad nos permite desinstalar módulos, plugins y otros complementos sin desinstalar un programa completamente. Por último, la desinstalación forzada es eso mismo: una forma de echar a patadas a un programa que no se quiere desinstalar.
Dale una probadita y contanos tu opinión. En definitiva, este es un software que sí conviene tener por las dudas.
Contradicciones, ¿vio?
¡Happy Hacking!