Es evidente cuán cercana está la oficialización de la muerte del tradicional esquema de negocios que creó y difundió durante tantos años la corporación de Bill Gates. Al ya irrefutable espionaje, una denuncia que la comunidad del software libre sostiene desde hace años y que a la postre terminó confirmando la comunidad internacional, se le suma la desconfianza de la misma empresa en sus propios productos. La anterior es una especulación, aunque sin esas especulaciones no se entienden los «cambios» en la actitud de la ex gigante de los sistemas operativos. Los rotundos fracasos de las versiones Vista, 7, 8 y 9 del sistema, el rechazo masivo a las repudiables prácticas comerciales, el espionaje y la mala calidad de sus productos, además de la salida de Bill Gates del timón principal de la empresa, están dejando en knock out al imperio construido a costa de espionaje, monopolios, abuso de posición dominante y virus.
Tal vez todo lo anterior sea algo que compartan algunas personas con capacidad de toma decisiones en la corporación, lo cierto es que Micro$oft repite sus pasos y miente para generar ventas. En la transición de Window$ XP a Vista, la corporación desplegó un avasallante operativo de marketing -no sin recurrir al terror, como buena empresa terrorista- que llevó a miles de usuarias a invertir dinerales en hardware con el objetivo de aprovechar al máximo un sistema que terminó siendo pésimo. Algo similar pasó con Window$ 8 y su maldición de las pantallas táctiles. Tal fue el rechazo que Micro$oft decidió saltar una versión más del sistema para distanciarse de ese producto, que ellas mismas habían elaborado. Tirar la piedra y esconder la mano, que le dicen.
Si miramos lo anterior, todo parece estar mejorando para la empresa, ya que Window$ 10 ha tenido una muy mayor aceptación, pero al menos por el momento es algo que no alcanza para nivelar un barco en franca e imparable picada. La más reciente maniobra fue actualizar forzosamente a 10 la versión del sistema de un pequeño porcentaje de usuarias, que no tuvieron más opción que dejar que la empresa defina qué sistema tienen derecho a usar, algo que a todas luces es un atropello inaceptable, pero que vaya a saber una por qué, las usuarias no terminan de ver de esa forma.
Micro$oft reconoció que su objetivo es agilizar la instalación de Window$ 10. La mejor parte es que quienes sufrieron esta tropelía debieron además soportar 48 horas de tortura mientras la actualización terminaba de instalarse. Desde la empresa adujeron un «error técnico», y es probable, pero esto tiene mucho olor a «tengo que justificar el sistema que hice a toda costa para que no me maten las accionistas». Lo cierto es que según dicen las usuarias, en la configuración de Window$ Update la opción aparece tildada por defecto, algo que no debería suceder si esta fuera realmente opcional.
En caso de que seas una de las víctimas de esta empresa, podés volver a la versión anterior siempre y cuando no hayas borrado los archivos de respaldo que genera el instalador automáticamente. En caso de que todavía no te suceda, entonces andá a la configuración de Window$ Update y desinstalá el hotfix KB3035583 y cuando aparezca nuevamente, ocultalo dando click con el botón derecho.
El problema es que Micro$oft tiene además la posibilidad de revelar hotfixes bloqueados con anterioridad, por lo que lo mejor es poner Window$ Update en modo manual y controlar de cerca qué hará con nuestro sistema.
Como siempre decimos aquí, la mejor opción para resolver los problemas de Window$ es dejar de usarlo, formatear e instalar un sistema que sí sea operativo.
¡Happy Hacking!