Llevo hermosos años sin usar Window$ para nada. Lo que con el tiempo se transformó en una ventaja. Antes, cada vez que una amiga tenía algún problema, me preguntaba cómo resolverlo, aunque -sabemos todas- lo que buscan nuestras amigas en el 90% de los casos, no es aprender a resolver sus problemas, sino alguien que se los resuelva.
Así es que a cada rato estaba resolviendo algún problema generado por una multinacional, es algo muy ingrato, sobre todo por que los millones se los llevaba Bill Gates y la que trabajaba era yo. Pero cuando dejé de usar ese sistema -que no es para nada operativo- fui olvidando cómo administrarlo, luego salieron nuevas versiones y comencé a ser una feliz ignorante de sus agujeros y soluciones, todo esto hizo que hoy no tenga la más mínima idea de «cómo solucionar X problema» pues simplemente no los tengo. No tengo virus, spyware, discos fragmentados, millones de ventanas que se abren al unísono, una interfaz gráfica inentendible y demás cuestiones. Simplemente porque NO uso un sistema que promueve la imbecilidad y es parte de los intereses de multinacionales que promueven el imperialismo y violan derechos, como es el caso de Monsanto, de la que Bill Gates posee un porcentaje. Aunque, siendo un poco responsable, [pullquote position=»right»]la penetración de Monsanto en el estado actual es tan grande que pronto podremos decir que Monsanto viola derechos humanos[/pullquote].
En fin. Ayer una amiga a la que quiero mucho, me comentó que muchas personas la estaban cuestionando en Facebook por etiquetarlas en distintas publicaciones y que incluso algunas hasta la habían eliminado. Tener un virus que autoetiqueta a tus contactos es muy similar a tener pulgas o sarna: te quedás sola e poquito tiempo porque todo el mundo teme el «VIRUUUUUS!» por el que corren despavoridas.
El asunto es que este, como otros «virus» no se centran ya en borrarte cosas (¡muchachas! ¡eso dejó de pasar en los 90!), ahora los virus son para… ¡ganar plata! Como es obvio que sea. Y gran parte de ese dinero a ganar se obtiene generando grandes cantidades de tráfico web, por lo que la viralidad es una herramienta CRUCIAL para poder dedicarnos al spam y parar la olla.
¿Cómo aparece el virus? Una página (que en realidad es una aplicación) se «automegusta», se trata de SocialEmoticons. Automáticamente escribe en tu muro y etiqueta a tus «amigas» invitándote a instalarla para tener una gama de emoticones que no están disponibles, proporciona un enlace en el que tras ingresar vas a poder encontrar la aplicación para instalarla (ergo: te instalás el virus). En caso de que tengas cuenta en Twitter también le da Follow al perfil del spam en cuestión que es @EmoticonsSocial. Está clarísimo a quién apuntan: jóvenes menores de 15 años que NO tienen un smartphone, que es el público que más se dedica a usarlos, y a usar Facebook. Igualmente, este «virus» no califica como tal, pues requiere que alguien lo instale voluntariamente.
Muchos programas de este tipo requieren que sus víctimas los instalen porque buscan ser multiplataforma. Como el sistema más atacable es Window$ tienen mucho éxito, pero un enorme porcentaje del público destino utiliza smartphones, que al mismo tiempo utilizan Android, que es mucho menos inseguro que Window$, esto motiva que busquen estrategias de la ingeniería social para que instales la aplicación.
El asunto es que le das «ya no me gusta» y vuelve a aparecer a los pocos días, etiquetar a tus amigas, y lo mismo. ¿Por qué sucede esto? Porque hay algo en el arcaico sistema con el que das a diario de comer a Bill Gates que permite que esto sea así (y aunque te parezca ilógico, a Bill Gates le conviene permitirlo).
Hasta el momento se conocen dos fuentes de contagio. La primera es el Window$ mismo. Para chequear si te contagiaste, andá al panel de control del sistema operativo, luego a instalar o desinstalar software y buscá si tenés instalada»Facecons», si está, desinstalala.
La segunda forma que tiene este virus es la de extensión de tu navegador. Como el navegador más utilizado actualmente es Chrome, lo pongo aquí de ejemplo, pero si usás Firefox, los pasos son los mismos. Andá al administrador de extensiones, buscá «SocialEmoticons», desinstala y ¡listo!
«esta estupidez se publica como 20 veces en mi biografia»
Realmente está muy bien pensada esta app, al punto de que tiene perfil en varias redes sociales y hasta es una app oficial en la app de Chrome. Si querés divertirte, leé las opiniones de la gente que la ha instalado de forma voluntaria, realmente son geniales. Por hacer una comparación algo burdo ahora que estamos tan preocupadas por el ébola, sería como que alguien en la calle se ponga con un cartel que diga «contágiese de ébola ¡gratis!» y quienes vayan a infectarse gratis se quejen de haberse contagiado.
Aquí podés ver la web de la app.
¿Cómo funciona?
Es bastante simple, esto es teoría, pero seguramente funcione así. La aplicación funciona como un cliente, un receptor, que envía señales a un servidor, que va proporcionando los comandos a ejecutar en tu PC aprovechando las consolas que tienen los navegadores para estos fines (las vas a encontrar en la parte de «desarrollo»). El plugin está integrado al navegador, lo que le permite ejecutar el código como si fueras vos. Por lo que sólo basta con enviar al cliente el código que debe ejecutar y listo.
¡Un momento! ¡Nunca instalé esta extensión!
Pues no aparece mágicamente en tu PC. Hasta el momento no se han denunciado, pero tal vez tenga una forma de transmitirse a nivel USB, o bluetooth (son geniales estos virus), y te hayas infectado de esa forma, pero lo más probable es que se deba a un descuido de las personas con las que compartís la PC.
En fin. Hay que leer más y «megustar» menos.
¡Happy Hacking!