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Crisis y Capitalismo: desempleo, inflación, dólar alto…

Cada crisis produce como en Argentina hoy, bolsones de desocupación, exclusión de sectores productivos, caída de procesos políticos inconvenientes y surgimiento de nuevos candidatos más acordes a los procesos económicos. Te contamos por qué estas crisis resultan convenientes y útiles para que nada cambie.

Muchas veces escuchamos decir la frase “crisis capitalista” de boca de analistas liberales y también de marxistas. Se plantea esta cuestión ciclotímica del capitalismo como un problema a resolver y a usar según el planteo, cuando en realidad es un proceso, una producción, una bisagra que le permite reiniciar los procesos productivos y fundamentalmente la renovación del control financiero.

.El capitalismo no entra en crisis; el capitalismo “es” la crisis. El capitalismo no tiene salida al problema del hambre.El capitalismo no tiene salida al problema de las epidemias, ni enfermedades.El capitalismo no tiene salida al problema de la pobreza.

¿Por qué no tiene salida a todos estos problemas, ni a ningún otro que aqueje a la humanidad? Porque el capitalismo necesita de todos esos problemas para mantenerse como sistema de producción.El capitalismo es el productor de la crisis; una producción permanente que tiene un sólo fin: mayor control.

Los miedos de las sociedades se traducen en leyes restrictivas que otorgan más poder a los títeres del sistema y sus brazos armados. Las necesidades de las sociedades se traducen en negocios multimillonarios que les permite a las grandes corporaciones inclusive saltar las leyes para poder satisfacer esa necesidad.

Entonces tenemos que para solucionar el hambre era necesaria una “revolución verde” encabezada por Rockefeller y Monsanto (con el apoyo de Microsoft), para combatir una endemia es necesaria la prevención con las vacunas de Bayer o Montpellier, para combatir el terrorismo es necesario el equipamiento del más sofisticado armamento a los brazos armados de los estados (aunque esas mismas empresas provean a los cárteles y grupos terroristas), para solucionar el problema de las comunicaciones era necesaria una red privada (Internet) y la telefonía celular, encabezada por Microsoft, Apple, Samsung y Telmex entre otras.

 

Hace un tiempo en una discusión sobre los programas estatales como el PCI (Programa Conectar-Igualdad) decía que si quieren hacer negocio (en referencia a quienes estaban detrás del programa: muchas propietarias de emprendimientos informáticos); no pueden dar soluciones a la educación. Por eso cada periodo presidencial hablamos de la remanida crisis educativa. Lo mismo pasa tras todas las necesidades humanas.

Los modelos de negocio montados por el sistema capitalista nos han acostumbrado a pensar al producto como soluciones parciales o integrales, cuando esto es totalmente falso. Un producto se basa en premisas muy claras: apunta a un nicho redituable, busca una ganancia máxima con la menor inversión y debe ser plausible de mejoramiento y reemplazo a mediano plazo para mantener los procesos productivos (obsolescencia).

Hace ya medio siglo que el Capitalismo busca justificar sus costos con una imagen filantrópica de preocupación por el otro entonces entramos a un McDonald y un payaso de cabellera roja (muy parecido al de IT de Stephen King) promete dar $1 de cada Big Mc que compremos, en los Starkbucks prometen donar $1 por cada Bigcoffee que consumamos, ver las publicidades de productos de todo tipo desde agua mineral hasta semillas transgénicas que prometen donar un porcentaje (1%) del producto vendido -impuestos no incluidos- a los pueblos del África, oriente medio, bosques, selvas, animales en extinción, incentivando nuestro consumo entendiendo que estamos ayudando a la continuación de la vida consumiendo “ese” producto y a la vez cediendo a ellas nuestra soberanía sobre esos espacios de desarrollo.

El Capitalismo “entra en crisis”, convenientemente en periodos desiguales y descombinados, irrumpiendo los procesos sociales también desiguales, pero en franco proceso de combinación. Cada crisis produce como en Argentina hoy, bolsones de desocupación, exclusión de sectores productivos, caída de procesos políticos inconvenientes y surgimiento de nuevos candidatos más acordes a los procesos económicos. El Capitalismo para justificar todos estos cambios necesita de las crisis ciclotímicas, serían imposibles si estas crisis no se produjeran.

Si analizamos las consecuencias de las crisis capitalistas sobre el Capital, nos encontramos con que él ha sido el único beneficiado. Las Grandes Corporaciones se han enriquecido a costa del empobrecimiento, la expropiación y el desalojo integral y crónico de grandes sectores sociales; entonces si se enriquecen ¿por qué anuncian una crisis endémica? Sólo porque necesitan justificar el vaciamiento y el traspaso de deudas al conjunto de la sociedad; este paradigma quedó muy claro en la Argentina, con el Proceso (N.delE. Proceso de Reorganización Nacional fue la autodenominación de la última dictadura militar en Argentina) iniciando a la Deuda Externa y el fenómeno de las Fabricas Tomadas.

capitalismo2El primero porque demostró sin lugar a dudas el proceso de endeudamiento y estafa al estado; el segundo porque demostró que las fábricas cerradas por quiebra eran perfectamente funcionales y que su vaciamiento un montaje.En todo caso; más soberanías cedamos al sistema, menos libres seremos y más vulnerables seremos a los caprichos de un sistema exclusivo que solo beneficia a unas decenas de familias sobre millones.

1 comment

  1. Hermoso tema para reflexiones compartidas, pero solo voy a acotar alguna cosita, porque me tengo que preservar psíquica y anímicamente para la lluvia de puteadas que va a suscitar mi intervención en vuestro dossier educativo 😉

    Estoy provisoriamente de acuerdo con que el capitalismo suscita sus crisis desde dentro y también desde dentro del sistema construye las soluciones. Sin embargo, no se trata de un sistema económico, sino también político, cultural, social y un largo etcétera. Hay una lógica capitalista que desarrolla sus propios y mutantes algoritmos en el entramado de poder. La voluntad de domino se sostiene en una construcción compleja. La lógica capitalista es la que ha logrado una hegemonía formidable y ha impregnado la mayoría de los ámbitos de la vida humana. Aún el marxismo en sus diversas variables operativas en términos políticos, en la actualidad, trabaja sobre esa mísma lógica capitalista que cosifica la vida hasta matarla como tal. Aún las intentonas persistentes como Cuba, encuentran límites internos y externos para avanzar por fuera de la lógica del Capital. La lógica del Capital es la mercantilización de lo existente. A cada momento, cuanto somos y tenemos alrededor, se transforma en elemento económico y por lo tanto cambia su naturaleza.
    La nota de galleguindio pone la cuestión desde una mirada global. Mi comentario apunta al mismo planteo pero desde una mirada microscópica. En la a veces sutil mercantilización de todos los espacios de la vida humana recide una lógica capitalista que ingresa a esa gigantesca Matrix que galleguindio describe a nivel macro. Por eso creo que toda la corriente vinculada al software libre y sus linderos políticos y filosóficos deben ser pensados y reflexionados, además de actuados y militados por quienes están sobre esa ola: porque es un pensamiento que no es anti capitalista, sino no-capitalista. Lo que cambia es el algoritmo de inicio, en la no mercantilización esencial del trabajo humano. Y cuando planteo esto no estoy hablando de lo económico o lo no económico. Las formas de intercambio, de producción, de trabajo, etc. no son aquí puestas bajo juicio sumario, sino una específica lógica que cambia la naturaleza de las cosas, las personas, los procesos, etc.

    En algún lugar de su obra, Freud dice que un habano, solo a veces es «un habano». Todo lo que somos como entes en este universo, rara vez somos eso, bajo la lógica capitalista. Es decir, entiendo por lógica capitalista, no como una «simple» ideología, sino en tanto la arquitectura misma de un modo de construir lo real. Las millones de personas que trabajan en el mundo del software libre desafían esa arquitectura de lo real y por eso contraponen otro «mundo», que interrelaciona con el mundo capitalista pero que no sede frente a su lógica, más allá del entorno político, religioso en que se desarrolle.

    Coincido con el planteo de la nota en cuanto a que el capital produce sus crisis para fagocitar todo lo que puede en la aplicación de las soluciones y tras ese proceso produce mayor concentración de la riqueza y dominio global. Sin embargo, hay algunas «anomalías» en el sistema: el capitalismo ha tenido hasta hace un tiempo, formas de domino blandas (para el primer mundo) y formas duras (para el tercero). Luego combinó formas duras y blandas para todas y todos. Y si eso se hace muy notorio, si el dominio se hace demasiado obvio aún para los beneficiarios-insumos del sistema, si el control se hace incompatible con la sensación placentera de libre albedrío consumista, entonces habrá problemas, no solo en estas alejadas tierras tercermundistas, sino en el «celeste imperio» donde el sistema tiene sus bases hechas.

    Quizás sea un espejismo más, o quizás estemos más o menos cerca de alguna crisis que lleve todo a un punto cero. La debilidad del sistema se pone de manifiesto (en mi mirada) por cuanto el ansia de control se hace tan explícitamente voraz. Y eso es lo que está pasando en estos días, me parece.

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